Mañana, nuevo capítulo del "Ataque a la libertad de prensa".

Tal parece que mañana tendremos nuevamente el slogan “Ataque a la libertad de prensa” danzando por las columnas periodísticas de Clarín y sus casi 300 repetidoras, dado que la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, confirmó hoy la decisión de primera instancia que obliga al Monopolio a dar marcha atrás con el aumento de Cablevisión.

Los jueces camaristas resolvieron rechazar el recurso presentado por el apoderado de Cablevisión S.A., Gerardo Viramonte, que pretendía dejar sin efecto la resolución de fecha 8 de junio de 2011 dictada por el juez federal de Villa María, Mario Garzón, la cual hace lugar al recurso de amparo de dos usuarios de esa localidad – próximamente denominados como “de Fuerza Bruta” o “infiltrados K” por el consenso mediático- para que la empresa retrotraiga el precio del servicio a $ 109 mensuales.

Vistos, acontecimientos pasados y deformaciones características que suele hacer el monopolio, no nos caben dudas sobre la lectura que intentaran inculcar en cuanto a este fallo.

A la demonización de los usuarios ya descripta, seguramente le sumaremos comentarios del tipo “la camara comprada con la billetera K”, y desde luego, ello vendrá acompañado por la victimización constante y la intentona por imponer el pánico a causa del supuesto peligro que corre la libertad de expresión.

Acto seguido, muy probablemente los punteros periodistas de mayor renombre en el grupo económico, intenten conectar de alguna forma rebuscada -al mejor estilo parabólica humana-, a esos usuarios y a los camaristas con sus mentadas bestias negras; o sea con Moreno; Moyano; Hebe; o D´Elía.

Es que así funciona el periodismo del mercado, siempre atento a las necesidades financieras de las empresas desinformadotas y sus siniestros dueños.

Compañero Ikal Samoa