Existe un palpable nerviosismo en algunas empresas mediáticas corporativas que se hace aún mas visible en artículos como “Una patrulla de blogueros para cuidar a los Kirchner” escrito por Juan Pablo Morales y publicado hoy por el históricamente golpista diario La Nación.
El artículo ya en su título descalificador e intolerante frente a los tantos blogs y páginas que no repiten el discurso hegemónico y forman parte de una nueva era comunicacional, intenta deslegitimar a la Blogósfera Nacional y Popular a partir de mostrarla como un armado verticalista generado y pagado desde el Gobierno Nacional.
Grave “error”, no por el hecho de si funcionamos o no como un verticalismo comunicacional que de hecho no es así - a diferencia de las empresas mediáticas que como en toda empresa tienen una línea de mando y ejecución de acciones para obtener beneficios-, sino porque poner el foco en esto responde a esa línea de pensamiento neoliberal que enaltece lo espontáneo y fragmentado mientras crucifica el concepto de organización.
Pero no es casual e ingenuamente que valoriza cierta forma de manifestarse en detrimento de otra porque bien fundada esta la escala de valores en su funcionalidad a los intereses que las empresas mediáticas tienen.
La organización, la estructura, permiten mayores niveles de debate, mayor profundidad en el análisis, mayor compromiso y participación, mayor coordinación en las prácticas y la generación de un pensamiento colectivo unificante, algo que a la corporación mediática no le conviene porque generar conciencia colectiva implica necesariamente criticar el orden establecido de las cosas en pos de realizar cambios y como todos sabemos el orden establecido la tiene en un lugar de privilegio.
Paradójicamente o no tanto, los que sobrevaloran lo espontáneo y satanizan lo organizado tienen a su interior una estructura bien definida con una línea editorial que marca que temas se pueden tocar y cuales no.
También paradójicamente o no tanto, el autodenominado “periodismo independiente” como no se banca que se le dispute la capacidad discursiva poniendo sobre el tapete la realidad que la corporación mediática no muestra y bajándolo de su pedestal, en nombre de la “libertad de prensa” exige condenas a los que pensamos y decimos cosas distintas partiendo desde formas de deslegitimación falaces y muy convenientes a su negocio.
Otro grave “error” que cabe destacar, es deslegitimar a bloggeros por el lugar donde trabajan o por la suposición que deja entrever el artículo sobre que a partir de su participación en la red hubieran modificado su situación laboral en el Estado.
Resulta increíblemente paradójico que “periodistas independientes” como Juan Pablo Morales, a los cuales tanto las empresas mediáticas como cualquier otro tipo de empresas o cualquier personaje perteneciente a los sectores dominantes les pagan por escribir lo que escriben como lo escriben, y a riesgo de ser reiterativo subrayo que LES PAGAN por ESCRIBIR lo que ESCRIBEN y de la FORMA en que lo HACEN, presente como argumento deslegitimador de la Blogósfera Nacional y Popular la acusación - sin fundamento alguno- sobre la vida laboral de algún bloggero dejando traslucir un beneficio a partir de lo que este publique.
El artículo ya en su título descalificador e intolerante frente a los tantos blogs y páginas que no repiten el discurso hegemónico y forman parte de una nueva era comunicacional, intenta deslegitimar a la Blogósfera Nacional y Popular a partir de mostrarla como un armado verticalista generado y pagado desde el Gobierno Nacional.
Grave “error”, no por el hecho de si funcionamos o no como un verticalismo comunicacional que de hecho no es así - a diferencia de las empresas mediáticas que como en toda empresa tienen una línea de mando y ejecución de acciones para obtener beneficios-, sino porque poner el foco en esto responde a esa línea de pensamiento neoliberal que enaltece lo espontáneo y fragmentado mientras crucifica el concepto de organización.
Pero no es casual e ingenuamente que valoriza cierta forma de manifestarse en detrimento de otra porque bien fundada esta la escala de valores en su funcionalidad a los intereses que las empresas mediáticas tienen.
La organización, la estructura, permiten mayores niveles de debate, mayor profundidad en el análisis, mayor compromiso y participación, mayor coordinación en las prácticas y la generación de un pensamiento colectivo unificante, algo que a la corporación mediática no le conviene porque generar conciencia colectiva implica necesariamente criticar el orden establecido de las cosas en pos de realizar cambios y como todos sabemos el orden establecido la tiene en un lugar de privilegio.
Paradójicamente o no tanto, los que sobrevaloran lo espontáneo y satanizan lo organizado tienen a su interior una estructura bien definida con una línea editorial que marca que temas se pueden tocar y cuales no.
También paradójicamente o no tanto, el autodenominado “periodismo independiente” como no se banca que se le dispute la capacidad discursiva poniendo sobre el tapete la realidad que la corporación mediática no muestra y bajándolo de su pedestal, en nombre de la “libertad de prensa” exige condenas a los que pensamos y decimos cosas distintas partiendo desde formas de deslegitimación falaces y muy convenientes a su negocio.
Otro grave “error” que cabe destacar, es deslegitimar a bloggeros por el lugar donde trabajan o por la suposición que deja entrever el artículo sobre que a partir de su participación en la red hubieran modificado su situación laboral en el Estado.
Resulta increíblemente paradójico que “periodistas independientes” como Juan Pablo Morales, a los cuales tanto las empresas mediáticas como cualquier otro tipo de empresas o cualquier personaje perteneciente a los sectores dominantes les pagan por escribir lo que escriben como lo escriben, y a riesgo de ser reiterativo subrayo que LES PAGAN por ESCRIBIR lo que ESCRIBEN y de la FORMA en que lo HACEN, presente como argumento deslegitimador de la Blogósfera Nacional y Popular la acusación - sin fundamento alguno- sobre la vida laboral de algún bloggero dejando traslucir un beneficio a partir de lo que este publique.
Estos "errores" que desde la supuesta neutralidad periodística apuntan a seguir naturalizando el aún vigente statu quo mediatico en detrimento de cualquier polo de producción de conocimiento, debate y opinión alternativo, no son mas que ejemplos de como se construye y se instala un discurso que reproducido hasta el hartazgo en la sociedad, va conformando el "sentido común".
Es indudable que la nueva era comunicacional permite generar nuevos canales de intervención, de participación, y con ello estos nuevos polos, estas nuevas voces, que afectan sensiblemente los intereses de la corporación mediática que ve tambalear su pedestal otrora intocable.
Compañero Ikal Samoa
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo compañero!.
Hay una realidad que no pueden tapar los mercenarios de la "prensa libre"; por eso pierden cada vez más y más credibilidad.
Hoy Anibal Fenrnadez en su blog hizo una reflexión muy buena al respecto.
Un abrazo!,
Vi el árticulo de Anibal Fernández en su blog. La verdad muy acertadas sus reflexiones.
Abrazo Compañero!
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