Momentos de zozobra vive el Jefe de Gobierno Porteño ante la resolución de su procesamiento por parte del Juez Norberto Oyarbide en la causa que investiga las escuchas telefónicas que se realizaban a distintas personas desde la administración de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El mismo Sergio Burstein, familiar de una víctima en el atentado a la AMIA perpetrado en el año 1994, hoy al mediodía había responsabilizado a Mauricio por el kiosco de escuchas ilegales armado desde su gobierno.
A la serie de acusaciones de distintos sectores sociales y políticos además de las víctimas directas del kiosquito pro, ahora se le suma una imputación como participe necesario para el Jefe de Gobierno y su ex Ministro de Educación Mariano Narodowski.
No deben ser menores la indignación y la congoja de los vecinos de los barrios del norte de la Capital que ven como su figura mimada, votada, consentida e inclusive justificada en actos de salvajismo como el maltrato constante a los docentes y la creación de la UCEP, unidad destinada a apalear indigentes, es puesta en tamaño brete judicial insalvable hasta para los neoliberales mas ortodoxos y con un futuro mas cercano a Sierra Chica que a la Casa Rosada.
Uno debe suponer que estos vecinos, personas de bien, como “la gente”, deben estar padeciendo las consecuencias de elegir una caricatura de “nuestro querido amigo” Jorge W. – como diría Horacio Fontova-, sufriendo y reflexionando sobre su actuar a la hora de emitir el voto en las urnas.
Mas si uno toma en cuenta que la única explicación en su defensa que han dado tanto Mauri como sus secuaces pro ha sido la trillada y poco seria idea del complot basándose en la intencionalidad de un juez que ha sido comprado de tal forma por la “caja k” que hasta el ex Secretario de Transporte Jaime es investigado.
La inteligencia no sólo de las personas que habitan la ciudad es insultada con este tipo de justificaciones berretas, sino también de los miles de argentinos que han seguido el caso desde todos los rincones del país.
El avance de la investigación que hace honor al viejo dicho “todos los caminos conducen a Roma” debería llamar a la reflexión al Jefe de Gobierno sobre su situación en tal cargo porque seguramente los queridísimos vecinos que con tan alta estima confiaron en el para conducir los destinos de la ciudad, no soñaban con una ciudad de espias.
Ahora si, parafraseando a Gabriela Michetti en los numerosos spot de campaña en 2007 indudablemente, VA A ESTAR BUENO BUENOS AIRES.
Compañero Ikal Samoa
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