El domingo, el Frente para la Victoria con Juan Manzur como
candidato, ganó por más de 14 puntos porcentuales de diferencia sobre el frente
Acuerdo del Bicentenario que nucleaba a toda la oposición, y llevaba al radical
José Cano como candidato en la elección a gobernador en Tucumán.
Un abismo de votos – más de 100 mil- separaron al
oficialismo y el frente de Mauricio Macri y Sergio Massa; algo que la oposición
pretendió enturbiar quemando 42 urnas en varias localidades – hay referentes locales
de Acuerdo del Bicentenario que fueron detenidos in fraganti por ello-.
Pero esa quema de urnas que incluyo violencia física sobre
autoridades de mesa y un gendarme herido de bala, no fue, ahora se puede
observar con claridad, una sucesión de hechos aislados.
Muy por el contrario, fue el inicio de un plan orquestado
para avanzar un paso más en lo que toda la oposición ha venido pretendiendo
instalar hace meses: Una deslegitimación del sistema electoral y de la
representación democrática a través de un voto popular.
Como en las PASO el 9 de agosto y antes en otros distritos,
la oposición, al confirmarse su derrota en las urnas, sale a denunciar fraude
con distintos nombres pero siempre poniendo en duda los comicios.
Tucumán lejos de ser la excepción fue una profundización de esa
táctica que muestra no sólo su desesperación, sino también su falta ineludible
de voluntad por respetar los sistemas electoral y democrático, vigentes.
Falta ineludible de voluntad que apunta a cargarse a la democracia desde una lógica
perversa: Si gano yo, todo es transparente e impecable; si pierdo, hay que
romper todo porque esta todo podrido; es sucio, malo y feo.
Esta lógica no es innovadora, pues la oposición en Venezuela
tiene masters en la materia, pero si implica ir con cada acción deslegitimante,
un poco más allá.
El domingo en Tucumán fueron un poco más allá, y ayer, de
yapa, cuando decidieron atacar a la policía local a fin que reprima la marcha
que ellos mismos convocaron, avanzaron otro pasito más.
Esto no exculpa la escasísima inteligencia con la que se
manejó la policía ayer; algo que no sorprende; son policías, y la falta de
manejo de la situación del Ejecutivo provincial,que parece no poder encontrar
las formas para no caer en las trampas de una oposición que está demostrando
ser capaz de cualquier cosa, literalmente hablando.
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