Los anteriores textos en lo que a las PASO 2015 refiere, se
centraron decididamente más en los debes que de los haberes que dejara la
performance del Frente para la Victoria; debes en los que sin dudas – hasta
ahora no lo habíamos mencionado-, se encuentra el cómodo tercer lugar logrado
en Córdoba – la alianza de la Sota- Massa logró un 38,79% de los votos; Cambiemos
un 35,38%; y el FpV con 14,66%, en lo que fue una ratificación de la fuerza que
ostenta el cordobesismo; gobernante local-.
Como contrapartida, si se quiere, vale destacar las
fortalezas que aunque plausibles de mejora, han sido la clave para el triunfo
de Scioli por más de 14 puntos porcentuales sobre Mauricio Macri, su inmediato
perseguidor.
En primer lugar, resulta notable el triunfo extendido a nivel
país: la fórmula Scioli- Zannini ganó en 20
de 24 jurisdicciones – sólo perdió en San Luis, donde los Rodríguez Saa
ratificaron su hegemonía indiscutida; en Córdoba, dato que antes mencionábamos;
en la CABA, lugar donde Macri mostró su única victoria; y en Mendoza, provincia
donde se repitieron de manera casi idéntica los números con los que la UCR ganó
la elección a gobernador-.
Un segundo lugar a reclacar, aun con insuificiencias, fue la
performance obtenida en la Provincia de Buenos Aires; distrito donde el FpV
recuperó votos respecto de la elección de 2013 y donde tiene la potencialidad
para mejorar sus guarismos.
En tercer lugar, también de notable importancia, aparecen
los números contundentes que lograra Scioli en todo el norte del país; conjunto
de provincias cuyos electores sumados, casi equivalen al porcentaje que ostenta
la Provincia de Buenos Aires respecto del padrón nacional: En Jujuy, obtuvo el
41,68% contra el 26,94% de los votos de todo el frente Cambiemos, su inmediato
contrincante allí; en Salta, logró un 43,80% contra un 28,29% de UNA, su
perseguidor más cercano en el distrito; en Tucumán, la ventaja de 57,14% a
20,13% de Cambiemos; en Catamarca, logró un 51,59% contra un 31,49% de
Cambiemos; en Formosa, alcanzó un 60,14% mientras UNA, segunda fuerza allí,
sólo obtuvo un 17,53%; en Chaco, los números fueron 54,65% a 26,11% de
Cambiemos; en Santiago del Estero, provincia donde sacó mayor diferencia,
obtuvo un 66,03% contra sólo un 15,16% de UNA; en Misiones fue 57,44% contra un
22,09% de Cambiemos; en Corrientes, consiguió un 50,24% contra un 29,48% de
Cambiemos – cabe destacar que en Corrientes la UCR ostenta el gobierno
provincial-; y en Entre Ríos, fue 39,45% a 34,89% - acá también se deberán recuperar
votos-.
En cuarto lugar y también importante a la hora del
análisis, está el logrado triunfo en Santa Fe, tanto por cómo ha sido el
distrito, esquivo para el oficialismo y con resultados electorales disímiles,
como por lo que podía implicar el hecho que Carlos Reutemann encabece la lista
de senadores nacionales por Cambiemos y Hermes Binner por el frente
Progresistas.
Pese a ello, el Frente para la Victoria logró imponerse en
esa categoría con Omar Perotti como candidato – 34,30% contra 27,63% que
alcanzó el Lole y sólo un 13,13% del ex gobernador socialista-, y en la
categoría Presidente, donde Daniel Scioli obtuvo un 32,95% seguido por un
31,92% si sumamos los votos logrados por los tres candidatos de Cambiemos.
En estas fortalezas, que explican el triunfo del FpV del día
domingo y la diferencia lograda por Daniel Scioli respecto de Mauricio Macri, reside
la potencialidad que otorga una pole position de cara a la primera vuelta.
Una pole position que aunque no logró resolver la elección
de antemano como ocurriera en 2011, si brinda no pocas expectativas de victoria para el peronismo.
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