La crisis causó una baja en la desocupación, debiera ser el
título de los diarios opositores, en referencia al dato económico excluyente que
se conociera en las últimas horas.
Es que, a contramano de quienes vienen pretendiendo instalar
que el país está en recesión y la actividad económica en plena contracción, se
conoció ayer una disminución en la tasa de desocupación en la comparativa
interanual.
El Índice de Desocupación bajó, concluido el segundo
trimestre del año, al 6,6%, del 7,5% que registrara en igual período de 2014.
Un dato que va en consonancia con los que se han venido
observando respecto de la recuperación en la actividad industrial; el repunte
en la construcción; y las ventas en el rubro automotor y en lo que hace a
propiedades.
Una recuperación de la actividad en el denominado mercado
interno que está decididamente ligada a las políticas contracíclicas que viene llevando
adelante el Gobierno Nacional ante un marco internacional decididamente adverso
que incluye no sólo ya la baja en los precios de los commodities, sino también
las fuertes contracciones de las economías de nuestros dos principales socios
comerciales: China y Brasil – del primero cabe agregar que las devaluaciones en
su moneda la semana pasada, afectan nuestra competitividad en materia
comercial; del segundo, se destaca que la crisis política que atraviesa, tiene
una raíz profunda en el abandono de las políticas expansivas y el retorno a una
economía ortodoxa que viene repercutiendo en su derrumbe económico-.
Es en este contexto que nuestro país está logrando sostener el
empleo, e inclusive, poder mejorar el indicador de la desocupación mientras se
mantienen estables la tasa de actividad; empleo interanual; y la subocupación
demandante.
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