Ayer a la noche, mientras caminaba las últimas cuadras antes de llegar a mi casa tras haber participado del sentido homenaje a Néstor en Plaza de Mayo, iba reflexionando entorno a dos conceptos que considero parte de su legado político.
El primero que vino a mi mente, es aquel concepto central que Néstor nos empezó a devolver desde el inicio de su mandato como presidente: El de la política entendida como única herramienta para producir transformaciones estructurales de la realidad.
Un concepto que los que militamos y nos sentimos movidos por la política desde hace años siempre tuvimos presente, pero que sólo puede dimensionarse como conmovedor y aglutinador por medio de éste proceso histórico.
Su fortalecimiento, a través de todos los logros obtenidos mediante a políticas concretas generadas desde el Gobierno Nacional y Popular en estos ocho años, ha sido clave para retomar su significado real tan pisoteado durante la larga noche neoliberal en la que la política se convirtió en el arma para destruir al Estado y favorecer los intereses concentrados de la economía.
Fue Néstor primero y ahora Cristina, quienes han logrado reivindicar a la política desde el gobierno, desde el manejo de lo público.
El segundo concepto, el de la militancia, deviene de esa reivindicación y viene creciendo como parte de un proceso de mayor participación desde los distintos sectores y fundamentalmente desde la juventud.
Es claro que la denominada vuelta de la política hace al incremento de las ganas por participar y comprometerse, y para quienes militamos desde antes del 2003, es un proceso que nos llena y nos invita a doblar esfuerzos y repensar muchos aspectos.
Doblar esfuerzos porque es nuestra obligación saber como y desde que lugar aportar al movimiento y a la contención de quienes vienen sumándose, y repensar porque a diferencia de las nuevas generaciones quienes surgen y empiezan a formarse desde otra realidad, nosotros hemos recorrido un camino diferente que en ocasiones nos impide pensar la política en clave actual.
En este sentido, los miles y miles de jóvenes que hoy nos dan la satisfacción de comprometerse, como producto del momento histórico, se forman y entienden la militancia en clave ofensiva y expansiva, algo que a veces noto, nos cuesta mucho a quienes venimos de la resistencia.
Es que la militancia de la resistencia, estuvo atravesada por la defensa de bastiones ante la ferocidad neoliberal, e inclusive por la protección propia para que no pudieran convertirnos en instrumentos de sus intereses.
La militancia actual es tan cuantitativa como cualitativamente diferente porque implica el pensar en avanzar, en generar más participación; más política; más Estado; y más Justicia Social, y a partir de allí se concibe el “Vamos por todo”.
La recuperación de la política viene siendo fundamental en el proceso de incremento en el compromiso y la participación, y en la construcción de sentido a partir de la cual se milita por el Proyecto Nacional y Popular.
Compañero Ikal Samoa
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2 comentarios:
A que llamas 'proyecto' ? Y 'nacional y popular'?
Nunca jamas..., en la Historia, demagogos-populistas, escribieron algun proyecto ! Lo nombraron mucho ! Eso si ! Pero dejarlo escrito..., jamas ! Unos, por no saber escribir, pero la enorme mayoria, porque para ejercer una grande y eficiente demagogia, no se puede dejar escrito, nada ! Los idiotas utiles, se amasan solos, con repetidos esctribillos, con fondos pseudo-nacionalistas, atacando a quien tien mas, diciendo..., siempre lo mismo ! Con estas tipicas actitudes de todos los demagogos que existieron en la larga historia de la humanidad, las cosas siempre son del mismo tipo, del mismo modo, con el mismo triste fin...! Si andas por la calle, proba meterte en una libreria o biblioteca, agarrá un libro de historia y estudiá lo que dice ! Tal vez, mejores !
Totalmente de acuerdo con el comentario anterior, muchas veces esos proyectos se quedaron en eso, en solo proyectos, en burdas palabras que no se llevaron a la acción, consecuencias no asumidas de actos no reclamados por el pueblo.
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