El lunes por la noche y en el marco de la presentación del libro “La patria sublevada. De Perón a Kirchner” del periodista Alfredo Silletta, el Compañero Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y también candidato a diputado nacional, Mario Oporto, tuvo reflexiones no menores sobre lo que significa y representa el Compañero Néstor Kirchner y las consecuencias de su compromiso político en el proceso histórico actual.
Así, en el orden nacional Oporto señaló que “Néstor Kirchner salvó a la Patria de la disolución nacional, de un camino no productivo, casi parasitario, y reconstruyó el Estado, la autoridad presidencial y la Nación”, y lejos estuvo de exagerar.
Teniendo memoria sobre lo que era este país, devastado económica y socialmente por el modelo neoliberal y su ilusionista convertibilidad; recordando el desencanto y la indignación hacia la política y los poderes del Estado cuando Néstor asumió la presidencia, parece soñado como se ha modificado notablemente la realidad argentina a través de la política.
Néstor siempre entendió que esa es la única herramienta con la capacidad de transformar una realidad, aún la más dolorosa, y supo utilizarla en consecuencia con prácticas y resultados palpables.
Similar fue lo que supo producir hacia dentro del Movimiento Nacional y Popular, y allí Oporto parte de una premisa: “La síntesis del '45 estaba agotada porque ya no existe más aquella sociedad”, ello en referencia a como se componía e entramado social cuando surgió el peronismo y como se ha modificado cualitativamente.
Néstor primero, y la Compañera Cristina como continuidad, han sabido retomar las bases sin perder de vista las diferencias históricas, y en este sentido, Mario Oporto bien subrayó que “Sobre esas bases filosóficas del justicialismo, Néstor y Cristina han hecho una verdadera y profunda actualización doctrinaria, han tomado los dos legados de Perón, como son la actualización doctrinaria y el trasvasamiento generacional, y han hecho una nueva síntesis producto de una nueva sociedad”.
“Si Perón sintetizó nacionalismo y cuestión social, el kirchnerismo sintetizó peronismo y progresismo, agregando la defensa de los derechos humanos y la democracia como valores a incorporar a las banderas históricas que el peronismo enarboló siempre” agregó antes de finalizar afirmando “que el peronismo fuese un partido de la derecha republicana fue el proyecto del menemismo, y de eso nos salvó Néstor Kirchner”.
Para todos quienes nos sentimos peronistas, está ultima reflexión resulta tan inapelable como feliz.
Inapelable y feliz porque aunque resulte una obviedad, Néstor ha recuperado la esencia del peronismo, la de trabajar y hacer política por y para los trabajadores; los pobres; y los desposeídos.
Compañero Ikal Samoa
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