Finalmente y como esperábamos, el cierre del año electoral se produjo con una contundente paliza que otorgó como consecuencia lógica, la reelección a la Compañera Presidenta de todos los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner.
Con guarismos que no por esperables dejan de ser impactantes y en una elección que contó con una masiva participación – el 78,89% del padrón concurrió a las urnas a expresar su voto-, tanto Cristina, referencia máxima del Proyecto Nacional y Popular, como el proyecto en toda su dimensión, recibieron un apoyo sustancial.
Los 11.593.023 votos y una diferencia de 7.968.505, es decir un 37,09 % de los sufragios, no hacen otra cosa que ratificar este apoyo y la voluntad de popular de avanzar en la profundización del modelo.
Desde luego, esta resulta la primera conclusión inapelable sobre lo acontecido el domingo, aún cuando desde los multimedios se pretenda sesgar las causas del voto al bolsillo del elector.
Es lógico que los grandes derrotados hayan salido a intentar instalar esa visión sesgada que les es útil, por lo menos a los fines de negar la dimensión política del proceso histórico.
Porque aún habiendo sido aplastados por la voluntad popular, intentan correr la discusión hacia su terreno, el de la banalidad de las causas con raigamen exclusivamente mercantilista que expulsa toda visión externa al pensamiento único.
Ahora bien, su relato tiene un problema de inconsistencia terrible cuando uno analiza los números electorales porque el apoyo enorme marca también un abrazo a una forma de entender y transformar la realidad.
Esto se refuerza cuando asistimos a la movilización popular masiva del domingo a la noche para celebrar el resultado electoral que lejos de ser un hecho aislado, viene siendo una respuesta popular ante cada llamado conmovedor en el sentido político, que realiza Cristina.
La masividad de la voluntad popular en el voto; en la manifestación; y en la organización indudablemente desbaratan ese argumento mesquino e irreal y dimensionan un aval al proyecto y a la recuperación de la política.
Compañero Ikal Samoa
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