Dura jornada la que vivimos ayer quienes abrazamos la Patria Latinoamericana con el sentir mas profundo de nuestro corazón.
Dura, histórica y heroica por cuantiosas razones que fueron configurando un día en el cual el Pueblo Ecuatoriano nos lleno de orgullo a todos los pueblos de nuestra América.
La información veraz que gracias a la cadena Telesur, aún fuera de las grillas de casi todos los cable- operadores locales debido a la perversa industria de la vergonzosa justicia cautelar, pudimos recibir en momentos en los cuales recién comenzaba la intentona golpista que tenía como peones a importantes sectores Policía Nacional y la Fuerza Aérea, fue clave para el desarrollo rápido y contundente de todas las manifestaciones a favor del Compañero Presidente Rafael Correa.
Como también fue clave el proceso de desinformación que los multimedios ecuatorianos perpetraron entorno a la ley aprobada el Miércoles por la Asamblea Nacional que resuelve modificaciones presupuestarias claramente beneficiosas en materia económica para todas las fuerzas de seguridad ecuatorianas.
Y fue clave y nada casual si uno observa el momento histórico del vecino país en el cual se está discutiendo otra ley relativa a la comunicación y la información que toca los intereses de esos multimedios.
Resulta imposible desligar este dato de la realidad de todo el montaje que hicieron los medios privados destinado a generar el ambiente propicio para derrocar al Gobierno Popular de Correa.
El ataque al Compañero Presidente y su posterior secuestro y retención por parte de la Policía Nacional en conjunto con el levantamiento de varias guarniciones de la misma y el cierre de los aeropuertos efectuado por un sector de la Fuerza Aérea, fueron la sucesión de hechos planificados en pos de derribar al gobierno constitucional.
Hechos que fueron desarrollándose durante toda la jornada mientras la oposición política, también golpista, hacía gala de su silencio cuando no reclamaba la disolución de la Asamblea Nacional como lo hizo expresamente el ex presidente Lucio Gutiérrez.
Otro hecho nada casual dado que mientras todas esas aristas de la consumada traición a la Patria estaban en danza, y en momentos en que ya el Pueblo Ecuatoriano daba una lección de dignidad a todo el continente resistiendo la brutal represión de la Policía Nacional, ese personaje despreciable se atrevía a catalogar de dictadura al Gobierno Popular y solicitaba amnistías anticipadas para todos los traidores que estaban empuñando las armas contra la voluntad popular, a paso que sus secuaces avivaban la represión y tomaban la televisión oficial para intervenir las transmisiones como parte del plan golpista.
Pero el golpismo, que con una condena fundamental e inmediata de los presidentes de la UNASUR en pleno y de los pueblos hermanos con movilizaciones populares en varios países de la región, recibía su revés mas duro en la heroica gesta de todo el Gobierno de Correa, y del pueblo protagonista de la historia.
Porque fue el propio Rafael quien primero dio el ejemplo mostrando su coraje y sus valores irrenunciables, y tras él, todos los funcionarios del Gobierno convocaron al pueblo a manifestarse en defensa de la Revolución Ciudadana.
Y el pueblo respondió aún a riesgo de perder sus vidas, conciente de que era llamado a hacer historia defendiendo el proyecto popular transformador.
La gloriosa respuesta popular al golpismo dio paso a la intervención de las FF.AA. leales al presidente, que ya cuando la noche era plena en Quito, desarrollaron el operativo para rescatarlo del Hospital de la Policía Nacional donde lo tenían cautivo, y llevarlo al Palacio de Gobierno.
La jornada que dejo por lo menos dos muertos concluyó en los balcones del Palacio de Gobierno, con Rafael Correa agradeciendo a todos los que contribuyeron para frenar el intento de golpe de estado y asegurando que no habrá ni olvido ni perdón a los traidores a la Patria, y frente a él, este Pueblo Ecuatoriano que hoy nos enorgullece por sus valores, su resistencia, su dignidad y su heroísmo.
Dura, histórica y heroica por cuantiosas razones que fueron configurando un día en el cual el Pueblo Ecuatoriano nos lleno de orgullo a todos los pueblos de nuestra América.
La información veraz que gracias a la cadena Telesur, aún fuera de las grillas de casi todos los cable- operadores locales debido a la perversa industria de la vergonzosa justicia cautelar, pudimos recibir en momentos en los cuales recién comenzaba la intentona golpista que tenía como peones a importantes sectores Policía Nacional y la Fuerza Aérea, fue clave para el desarrollo rápido y contundente de todas las manifestaciones a favor del Compañero Presidente Rafael Correa.
Como también fue clave el proceso de desinformación que los multimedios ecuatorianos perpetraron entorno a la ley aprobada el Miércoles por la Asamblea Nacional que resuelve modificaciones presupuestarias claramente beneficiosas en materia económica para todas las fuerzas de seguridad ecuatorianas.
Y fue clave y nada casual si uno observa el momento histórico del vecino país en el cual se está discutiendo otra ley relativa a la comunicación y la información que toca los intereses de esos multimedios.
Resulta imposible desligar este dato de la realidad de todo el montaje que hicieron los medios privados destinado a generar el ambiente propicio para derrocar al Gobierno Popular de Correa.
El ataque al Compañero Presidente y su posterior secuestro y retención por parte de la Policía Nacional en conjunto con el levantamiento de varias guarniciones de la misma y el cierre de los aeropuertos efectuado por un sector de la Fuerza Aérea, fueron la sucesión de hechos planificados en pos de derribar al gobierno constitucional.
Hechos que fueron desarrollándose durante toda la jornada mientras la oposición política, también golpista, hacía gala de su silencio cuando no reclamaba la disolución de la Asamblea Nacional como lo hizo expresamente el ex presidente Lucio Gutiérrez.
Otro hecho nada casual dado que mientras todas esas aristas de la consumada traición a la Patria estaban en danza, y en momentos en que ya el Pueblo Ecuatoriano daba una lección de dignidad a todo el continente resistiendo la brutal represión de la Policía Nacional, ese personaje despreciable se atrevía a catalogar de dictadura al Gobierno Popular y solicitaba amnistías anticipadas para todos los traidores que estaban empuñando las armas contra la voluntad popular, a paso que sus secuaces avivaban la represión y tomaban la televisión oficial para intervenir las transmisiones como parte del plan golpista.
Pero el golpismo, que con una condena fundamental e inmediata de los presidentes de la UNASUR en pleno y de los pueblos hermanos con movilizaciones populares en varios países de la región, recibía su revés mas duro en la heroica gesta de todo el Gobierno de Correa, y del pueblo protagonista de la historia.
Porque fue el propio Rafael quien primero dio el ejemplo mostrando su coraje y sus valores irrenunciables, y tras él, todos los funcionarios del Gobierno convocaron al pueblo a manifestarse en defensa de la Revolución Ciudadana.
Y el pueblo respondió aún a riesgo de perder sus vidas, conciente de que era llamado a hacer historia defendiendo el proyecto popular transformador.
La gloriosa respuesta popular al golpismo dio paso a la intervención de las FF.AA. leales al presidente, que ya cuando la noche era plena en Quito, desarrollaron el operativo para rescatarlo del Hospital de la Policía Nacional donde lo tenían cautivo, y llevarlo al Palacio de Gobierno.
La jornada que dejo por lo menos dos muertos concluyó en los balcones del Palacio de Gobierno, con Rafael Correa agradeciendo a todos los que contribuyeron para frenar el intento de golpe de estado y asegurando que no habrá ni olvido ni perdón a los traidores a la Patria, y frente a él, este Pueblo Ecuatoriano que hoy nos enorgullece por sus valores, su resistencia, su dignidad y su heroísmo.
Compañero Ikal Samoa
3 comentarios:
Ikal, lo primero que te voy a decir es que es una excelente cr´nica de lo sucedido. Ayer seguí los hechos y a través de tu relato los reviví. Fue una jornada dura para todos. Porque sabemos que hay quienes en nuestro país tienen las mismas intenciones destituyentes y esperan agazapados. Espero que no se les ocurra porque esto que nos ha costado tanto conseguir, esto que es un remanso frente a las vivencias de otros tiempos lo vamos a defender con todo lo que tenemos y con todo lo que somos. La gran satisfacción de ver los zócalos de cn23 con la leyenda acerca de que fue frustrado el Golpe de Estado me emocionan. Pero no dejo de estar alerta. Pero NO PASARÁN compañero. NO PASARÁN. ómo dije ayer que ni se les ocurra porque RÍOS DE SANGRE van a correr antes de que le toquen un pelo a Cristina Fernández.
Viva la Unidad Latinoamericana. Parece que este sueño se ha hecho realidad!
Para los desprevenidos que son incautados por los medios concentrados, dándole a esto un tratamiento de "desborde policial-conflicto gremial"; aparte de lo que bien aquí reseñás, Ikal;
La Agencia EFE consigna que el automóvil en el que fue rescatado Correa tenía cuatro impactos de bala de fusil. Uno, en el parabrisas, justo del lado en que iba Correa.
Esto no es el final, es el comienzo. Rafael Correa tiene que movilizar e ir por una fuerza homogénea que lo respalde y vaya por profundizar los cambios.
El Unasur llegó, gracias al trabajo conjunto de nuestros paises para sostenerlo.
Pero ojo, que esto es el comienzo, como fue el comienzo para nosotros el Lock-out de los patrones del campo.
Esto se llama Golpe de Estado.
Hoy, ya que no pueden llamar a los milicos como antes, tiene estos diseños y se opera en el tiempo.
Un abrazo, Ikal.
Es cierto que, en nuestros días, las tácticas destituyentes son otras, más sutiles, menos evidentes para los/as distraídos/as. Creo que hay que tener en cuenta las analogías entre los conflictos que el proceso liderado por Correa enfrenta, y los que estamos viviendo en Argentina. No se logran transformaciones de fondo sin atravesar estas intentonas golpistas. Hay que fortalecer Unasur y la movilización de los pueblos latinoamericanos a partir de la comprensión de cómo, en el fondo, nos está pasando lo mismo.
Y qué orgullo un presidente valiente y digno como Rafael Correa!
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