
Recordando como intentaron ungir al típico tecnócrata neoliberal y ex presidente del banco central Martín Redrado, en una suerte de paladín con argumentaciones que caminaban entre el verso y la miseria en pos de instalar la idea de que aquel uso de las reservas iba a dañar financieramente al país.
Recordando la construcción de un relato que buscaba infundir miedo y desconfianza en la sociedad y en las ratas mas comúnmente denominadas mercados, en referencia a lo que pretendieron sostener como un dogma sagrado y natural; aquel instaurado por el nefasto consenso de Washington que tanta miseria regó en el mundo, y que instaba a colocar a los bancos centrales en una posición autónoma de los gobiernos de turno – y por supuesto, bien dependiente de los mercados-.
Recordando todo aquello que culmino como debía, con la realización de la lógica y legitima definición de la Compañera Presidenta Cristina Fernández utilizando las reservas del Banco Central para pagar deuda en vez de achicar la inversión social -cuyo objetivo era y sigue siendo el de toda la oposición- y fundamentalmente planteando la necesidad de redefinir el sentido y el rol de un banco central, es que hoy en día recibimos con gran alegría y convicción la noticia brindada ayer por la Presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont, sobre el balance positivo en cuanto las reservas monetarias del país.
Es que el volumen de reservas en el cierre del año operativo, finaliza con un incremento de 5.000 millones de dólares respecto del cierre del año pasado, y aún después de haberlas utilizado para pagar deuda.
“Terminamos de pagar lo que nos queda por cancelar durante este año, de los más de 6.500 millones de dólares de reservas que se utilizaron para ese fin, pero de todos modos se terminó el 2010 con 5.000 millones de dólares más que cuando se empezó a pagar esta etapa de deuda pública” preciso la Compañera Mercedes para después explicar que “poder utilizar ahorros genuinos que generó nuestra economía y están depositados en dólares dentro del Banco Central, nos permitió no endeudarnos a tasas internacionales altísimas”.
“Por otro lado, no cumplimos con lo que nos planteaba la oposición cuando no nos dejaba usar reservas y pedía un ajuste fiscal, de forma tal de generar un excedente que permitiera comprar los dólares para pagar la deuda” recordó, y luego remarcó “nosotros no recurrimos ni al endeudamiento externo, ni tampoco al ajuste fiscal, sino que hubo una nueva apuesta para consolidar el crecimiento con distribución del ingreso, pero fundamentalmente atendiendo a los sectores de más bajos recursos”.
Tal cual lo expresara Marco del Pont, esta a la vista que la intención de construir un relato pesimista y dañino sobre el uso de reservas ve su consumado fracaso ante la contundencia de los hechos.
Y los hechos han marcado que el uso de reservas respondió a la continuidad y profundización de un proyecto consistente y solvente.
“El nuestro es un modelo que privilegió desde el principio el crecimiento de los argentinos, el mercado interno y la participación de los trabajadores en la distribución del ingreso. Es un modelo sólido que se puede bancar crisis internacionales como las que vivió el mundo en los dos últimos años” dijo ayer ella, y considero, es lo más atinado para concluir.
Compañero Ikal Samoa