Desde el mismo instante en que comencé a observar los incidentes ocurridos en las afueras de la Estación Constitución el 23 por la tarde a través de c5n, noté groseras características que hacen a una situación grotescamente armada.
Personas con gomeras y bastones – díganme cuantos trabajadores conocen que vayan con este tipo de artefactos a sus trabajos diariamente- apedreando a la policía y a toda la estación, quemando tachos de basura y demás elementos en los lugares de acceso así como sobre las persianas cerradas de los locales comerciales, y como broche de oro, el vandalismo destructivo conjuntamente con el robo en un tándem bien definido – lo que no se podía sustraer de todo local al cual se lograra ingresar, debía destruirse-.
Pero estos incidentes no sólo fueron fruto de esas treinta y cuatro personas que infiltradas entre los laburantes iniciaron y condujeron todos los desmanes, sino también del acto armado a base de mentiras por el Partido Obrero sobre las vías en la Estación Avellaneda.
Y digo a base de mentiras porque como bien lo expresara el mismo jueves el Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, el corte de vías se hizo argumentando que aún había trabajadores tercierizados del Ferrocarril Roca que no pasaron a planta permanente cuando gracias a las gestiones del Gobierno Popular, los 1.000 trabajadores que efectuaban el reclamo meses atrás, obtuvieron su pase.
En realidad, la escena montada por el Partido Obrero con su aparato, porque debemos recordar que las propias imágenes han podido determinar que en el corte no había un solo trabajador de la línea Roca, apostaba justamente a una finalidad espuria y repugnante que caracteriza a este tipo de grupúsculos de la izquierda.
La de generar el clima desestabilizador que tanto anhelan y que tanto los une a otros sectores destituyentes como el liderado por el ex senador Duhalde.
Entonces, la suma del acto montado en las vías y los incidentes armados entre otros por empleados ferroviarios que ya fueron identificados por el juzgado donde tramita la causa, son, puede afirmarse, dos escenas de una misma obra.
Al igual que con las tomas en los baldíos públicos y privados días atrás magnificadas por los multimedios dominantes, la finalidad en esta obra, sigue siendo generar ese clima que permita debilitar al Gobierno.
Aunque en su accionar, a menudo parecen perder de vista la pericia que viene demostrándose para actuar ante sucesos como estos.
Una pericia impresa en el impecable operativo desplegado por la policía federal que conduce la Compañera Nilda Garré, que permitió controlar la situación con el uso conciente de la fuerza pública, y detener a los instigadores del hecho sin excesos ni represión.
Una pericia que da cuenta sobre como se continúa consolidando una política de intervención con negociación y respuestas ante la protesta social, y no se declina en el principio fundamental de no represión aún cuando las provocaciones indignas se incrementen.
Y se continúa consolidando porque éste Gobierno abraza lo que representa un salto cualitativo enorme, la comprensión del conflicto social como algo natural en una sociedad capitalista, al tiempo que ha recuperado el valor de la vida como primordial e irremplazable.
Personas con gomeras y bastones – díganme cuantos trabajadores conocen que vayan con este tipo de artefactos a sus trabajos diariamente- apedreando a la policía y a toda la estación, quemando tachos de basura y demás elementos en los lugares de acceso así como sobre las persianas cerradas de los locales comerciales, y como broche de oro, el vandalismo destructivo conjuntamente con el robo en un tándem bien definido – lo que no se podía sustraer de todo local al cual se lograra ingresar, debía destruirse-.
Pero estos incidentes no sólo fueron fruto de esas treinta y cuatro personas que infiltradas entre los laburantes iniciaron y condujeron todos los desmanes, sino también del acto armado a base de mentiras por el Partido Obrero sobre las vías en la Estación Avellaneda.
Y digo a base de mentiras porque como bien lo expresara el mismo jueves el Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, el corte de vías se hizo argumentando que aún había trabajadores tercierizados del Ferrocarril Roca que no pasaron a planta permanente cuando gracias a las gestiones del Gobierno Popular, los 1.000 trabajadores que efectuaban el reclamo meses atrás, obtuvieron su pase.
En realidad, la escena montada por el Partido Obrero con su aparato, porque debemos recordar que las propias imágenes han podido determinar que en el corte no había un solo trabajador de la línea Roca, apostaba justamente a una finalidad espuria y repugnante que caracteriza a este tipo de grupúsculos de la izquierda.
La de generar el clima desestabilizador que tanto anhelan y que tanto los une a otros sectores destituyentes como el liderado por el ex senador Duhalde.
Entonces, la suma del acto montado en las vías y los incidentes armados entre otros por empleados ferroviarios que ya fueron identificados por el juzgado donde tramita la causa, son, puede afirmarse, dos escenas de una misma obra.
Al igual que con las tomas en los baldíos públicos y privados días atrás magnificadas por los multimedios dominantes, la finalidad en esta obra, sigue siendo generar ese clima que permita debilitar al Gobierno.
Aunque en su accionar, a menudo parecen perder de vista la pericia que viene demostrándose para actuar ante sucesos como estos.
Una pericia impresa en el impecable operativo desplegado por la policía federal que conduce la Compañera Nilda Garré, que permitió controlar la situación con el uso conciente de la fuerza pública, y detener a los instigadores del hecho sin excesos ni represión.
Una pericia que da cuenta sobre como se continúa consolidando una política de intervención con negociación y respuestas ante la protesta social, y no se declina en el principio fundamental de no represión aún cuando las provocaciones indignas se incrementen.
Y se continúa consolidando porque éste Gobierno abraza lo que representa un salto cualitativo enorme, la comprensión del conflicto social como algo natural en una sociedad capitalista, al tiempo que ha recuperado el valor de la vida como primordial e irremplazable.
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
"gracias a las gestiones del Gobierno Popular, los 1.000 trabajadores que efectuaban el reclamo meses atrás, obtuvieron su pase"
No les importa un corno!
En fin, hay que aguantar todo ésto. Hace tres años que venimos aguantando ésta brutal movida de piso.
Justo hoy, hice un post sobre el tema de la "izquierda" incalificable que se prende en todo esto.
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