En pocas horas se estará cumpliendo un mes del fallecimiento de nuestro entrañable Compañero Néstor Kirchner.
Entre sucesivos sentidos homenajes y conmovedoras palabras, hemos atravesado este mes con dolor y amor, y de idéntica forma, con profunda reflexión y un fuerte compromiso inquebrantable para con este proyecto político.
Hemos podido rememorar sus actos como presidente de todos los argentinos durante el periodo 2003- 2007, así como sus definiciones políticas que han transformado la realidad en importantes aspectos.
Y es que esas definiciones siguen formando parte ineludible de una historia que construimos a diario, y por tanto, siguen marcando la agenda política en muchos aspectos.
Pero seguramente lo más relevante no pasa por este último lado aunque necesario y ciertamente determinante de la cotidiana, sino por un conjunto de conceptos que articulados, han venido a conformar un cambio transformador en las formas de entender y hacer la política.
El legado de Néstor, como tantas veces se lo llama, es transformador en tanto trasciende el hoy.
Y lo trasciende porque como acumulador de conexas ideas fuerza, simboliza al tiempo que confirma, un cambio de época.
Un cambio de época afirmo, porque quebró el paradigma neoliberal en lo económico y lo cultural, pero fundamentalmente en lo político, y porque supo comprender y consolidar una naciente – aunque en cierta forma resurgente- forma de militancia.
Ello se ha venido traduciendo en la recuperación de la política como única herramienta de transformación efectiva para construir una sociedad más justa, en la recomposición del Estado como interventor en toda la vida económico- social, en la revalorización de conceptos como soberanía nacional; justicia social o unidad latinoamericana, y en la capacidad para ampliar derechos civiles; sociales; y laborales.
Es a partir de estas conexas ideas fuerza y entorno a ellas que se erige el Proyecto Nacional y Popular; nuestro proyecto político, emancipador de la Patria y dignificador del Pueblo.
Es a partir de estas conexas ideas fuerza que habrá Patria para todos.
Gracias Néstor… Siempre gracias…
Entre sucesivos sentidos homenajes y conmovedoras palabras, hemos atravesado este mes con dolor y amor, y de idéntica forma, con profunda reflexión y un fuerte compromiso inquebrantable para con este proyecto político.
Hemos podido rememorar sus actos como presidente de todos los argentinos durante el periodo 2003- 2007, así como sus definiciones políticas que han transformado la realidad en importantes aspectos.
Y es que esas definiciones siguen formando parte ineludible de una historia que construimos a diario, y por tanto, siguen marcando la agenda política en muchos aspectos.
Pero seguramente lo más relevante no pasa por este último lado aunque necesario y ciertamente determinante de la cotidiana, sino por un conjunto de conceptos que articulados, han venido a conformar un cambio transformador en las formas de entender y hacer la política.
El legado de Néstor, como tantas veces se lo llama, es transformador en tanto trasciende el hoy.
Y lo trasciende porque como acumulador de conexas ideas fuerza, simboliza al tiempo que confirma, un cambio de época.
Un cambio de época afirmo, porque quebró el paradigma neoliberal en lo económico y lo cultural, pero fundamentalmente en lo político, y porque supo comprender y consolidar una naciente – aunque en cierta forma resurgente- forma de militancia.
Ello se ha venido traduciendo en la recuperación de la política como única herramienta de transformación efectiva para construir una sociedad más justa, en la recomposición del Estado como interventor en toda la vida económico- social, en la revalorización de conceptos como soberanía nacional; justicia social o unidad latinoamericana, y en la capacidad para ampliar derechos civiles; sociales; y laborales.
Es a partir de estas conexas ideas fuerza y entorno a ellas que se erige el Proyecto Nacional y Popular; nuestro proyecto político, emancipador de la Patria y dignificador del Pueblo.
Es a partir de estas conexas ideas fuerza que habrá Patria para todos.
Gracias Néstor… Siempre gracias…
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
Una huella imborrable en la historia.
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