Los datos arrojados por el censo realizado durante el fin de semana por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en el denominado Parque Indoamericano, lejos de ser reveladores, corroboran las consecuencias tangibles de las políticas sociales y habitacionales macristas.
Confirmado por la Compañera que encabeza esa cartera, Alicia Kirchner, el número de personas registradas dentro del predio asciende a 13.333 de las cuales 7.258 no pudieron ser identificadas en el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social, mientras de las 6.075 personas restantes el 95% proviene de barrios o villas de la Ciudad de Buenos Aires.
Así, lo que se viene advirtiendo con conocimiento de causa desde el Gobierno Nacional y Popular en cuanto a las personas que permanecen en esa suerte de baldío al cual casi cínicamente se le llama parque, viene a cristalizarse en fríos números que dan cuanta de una realidad inapelable.
Una realidad que arremete con la urgencia de aquellos que la viven a diario, y a los que se les niega el problema habitacional desde el discurso de un gobierno porteño que intenta poner las culpas en lo que significa como otros a los cuales acusa de extranjeros en la ciudad.
Decididamente macabro ha sido ese xenófobo discurso también reproducido por los medios, pretencioso en separar a los vecinos de los okupas cuando las imágenes ya nos habían demostrado hasta el cansancio la operación detrás de la violenta división que nos ha dejado trágicas consecuencias con asesinatos como protagonistas.
Y decididamente mentiroso ante una realidad tajante en que una amplia mayoría de las personas que hoy viven en ese espacio público, proviene de barrios y villas de la propia ciudad, demostrando con solvencia que la problemática habitacional nunca estuvo sobre el tapete en la agenda macrista.
Porque en la intrínseca concepción que se expresa su forma de gobernar, los pobres siempre estarán condenados a ser considerados extranjeros; ajenos a su imaginario de sociedad porteña.
Confirmado por la Compañera que encabeza esa cartera, Alicia Kirchner, el número de personas registradas dentro del predio asciende a 13.333 de las cuales 7.258 no pudieron ser identificadas en el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social, mientras de las 6.075 personas restantes el 95% proviene de barrios o villas de la Ciudad de Buenos Aires.
Así, lo que se viene advirtiendo con conocimiento de causa desde el Gobierno Nacional y Popular en cuanto a las personas que permanecen en esa suerte de baldío al cual casi cínicamente se le llama parque, viene a cristalizarse en fríos números que dan cuanta de una realidad inapelable.
Una realidad que arremete con la urgencia de aquellos que la viven a diario, y a los que se les niega el problema habitacional desde el discurso de un gobierno porteño que intenta poner las culpas en lo que significa como otros a los cuales acusa de extranjeros en la ciudad.
Decididamente macabro ha sido ese xenófobo discurso también reproducido por los medios, pretencioso en separar a los vecinos de los okupas cuando las imágenes ya nos habían demostrado hasta el cansancio la operación detrás de la violenta división que nos ha dejado trágicas consecuencias con asesinatos como protagonistas.
Y decididamente mentiroso ante una realidad tajante en que una amplia mayoría de las personas que hoy viven en ese espacio público, proviene de barrios y villas de la propia ciudad, demostrando con solvencia que la problemática habitacional nunca estuvo sobre el tapete en la agenda macrista.
Porque en la intrínseca concepción que se expresa su forma de gobernar, los pobres siempre estarán condenados a ser considerados extranjeros; ajenos a su imaginario de sociedad porteña.
Compañero Ikal Samoa
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