Clarín: El rubro 59 encubierto.

¿Hubiera podido iniciar este artículo mostrando sorpresa?

Indudablemente no, pues no llama atención alguna que por enésima vez, el monopolio Clarín haya encontrado la forma de no acatar una ley vigente en pos de satisfacer sus salvajes intereses.

Es ya su funesta costumbre, la de moverse con total impunidad avalado en muchas ocasiones por pares, y por varios estamentos de la sociedad civil.

Esto, algo sencillo de afirmar ante la solvencia brindada por los acontecimientos diarios.

En esta ocasión, el pulpo de Magnetto ha encontrado la forma de violar el Decreto Ley 936/11 que dice en su primer artículo: “Con carácter de orden público y de aplicación en todo el territorio de la República, conforme lo previsto por el artículo 1o de la Ley N° 26.485, prohíbense los avisos que promuevan la oferta sexual o hagan explícita o implícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual, por cualquier medio, con la finalidad de prevenir el delito de Trata de Personas con fines de explotación sexual y la paulatina eliminación de las formas de discriminación de las mujeres”, tal como lo expuso la supervisora de la Oficina de Rescate y Acompañamiento de Víctimas de Trata de Personas, Zaida Gatti, alertando que “el rubro 59 de Clarín sobre ofertas sexuales pasó al 56 Solas y Solos o Citas, y al 57 Amistad” - la imagen que acompaña este texto, no hace más que confirmarlo-.

Respecto de este ilícito, Gatti explicó en declaraciones a radio América que “hay un Estado muy presente para combatir este delito”, y “se estableció la aplicación de penas para quienes incumplan con el Decreto 936”.

“Lamentablemente el dinero mueve a las organizaciones que cometen el delito, la cantidad de dinero que hay de ganancia en los diarios por los avisos clasificados está financiado por las víctimas, y esto es doblemente grave” agregó para finalizar.

No han sido pocas las veces que desde aquí se buscó visibilizar los ilícitos del multimedios Clarín, y como antes destaqué, ellos son tan diversos como sea necesario para salvaguardar cada negocio y negociado.

La impunidad como costumbre, claramente es posible gracias a la red de intereses que ha configurado y puesto a su disposición.

A partir de ella, es que actúa como lo hace para defender sus intereses, y su proceder, nos da la pauta de que la batalla comunicacional aún está lejos de ser ganada.

Y digo esto no porque no reconozca los avances centrales, pilares en el nacimiento de la nueva comunicación que estamos creando, sino porque en el mientras tanto, aún sufrimos a diario el atropello de Clarín y el Consenso Mediático en pleno.

Desde luego, esto nos obliga a redoblar esfuerzos para lograr consolidar las victorias obtenidas en el terreno del discurso y la comunicación, y para poder avanzar de manera definitiva en la destrucción de esa red que sostiene su impunidad.

Compañero Ikal Samoa