Un marco excepcional, inigualable, de esos que sólo pueden generarse a partir de la mística militante peronista, fue el soberbio acompañante de la histórica tarde que vivimos ayer en el Luna Park.
Histórica por la masividad de la juventud peronista en sus diversas corrientes y organizaciones de base que colmaron el estadio y las inmediaciones, dando cuenta del signo popular y del sentimiento de pertenencia enraizado en todos y cada uno de los presentes.
Histórica por el proceso de construcción de sentido en el cual ocurre, y ello considerando que únicamente pudo haberse dado a partir del mismo.
Histórica porque dio cuenta una vez mas de que el sentir nacional y popular no puede escapar jamás a una forma de entender la historia y la sociedad, pero centralmente el rol protagónico irremplazable del pueblo.
Histórica por una virtud inseparable de este proceso político que brilló, la de recuperar el sentido de la política como herramienta de transformación social.
Es que había que ir pensábamos todos, era no sólo ir a bancar los compañeros Néstor y Cristina con lo que ello implica, y al Proyecto Nacional y Popular que día a día construimos desde cada lugar con dignidad y orgullo.
Era también estar para reconocernos como una juventud que milita, hace política, piensa el país y esta comprometida con la construcción de un futuro para todos.
Y ese compromiso que se traduce en las prácticas diarias en los barrios, en las fábricas y los sindicatos, y en las escuelas y las universidades, da muestras sobradas de que cuando llegue el tiempo de la sucesión, tenemos con que continuar y profundizar el proceso de transformación que viene desarrollando el Gobierno Popular.
Indudablemente todo esto fue conformando el perfecto lienzo para escoltar las mentadas palabras del Secretario General de la JP Juan Cabandié, que dieron paso al brillante discurso de Andrés “el Cuervo” Larroque, Secretario General de La Campora, quien supo analizar en profundidad el momento histórico y dar cuenta de la real dimensión que la juventud viene adquiriendo en él.
Posteriormente, la principal oradora del acto, la Compañera Presidenta Cristina Fernández, dio cátedra con su insuperable capacidad de oratoria exponiendo sobre la situación actual, las batallas en la construcción del Proyecto Nacional y Popular, y el trascendente rol de la juventud de cara a la continuidad y profundización de éste.
Las banderas, el humo, el color, el calor humano, ese sentir peronista que emociona hasta las lágrimas, configuraron un cierre a toda orquesta, con todos los presentes cantando la marcha orgullosos, sabiendo que Vamos por todo.
Histórica por la masividad de la juventud peronista en sus diversas corrientes y organizaciones de base que colmaron el estadio y las inmediaciones, dando cuenta del signo popular y del sentimiento de pertenencia enraizado en todos y cada uno de los presentes.
Histórica por el proceso de construcción de sentido en el cual ocurre, y ello considerando que únicamente pudo haberse dado a partir del mismo.
Histórica porque dio cuenta una vez mas de que el sentir nacional y popular no puede escapar jamás a una forma de entender la historia y la sociedad, pero centralmente el rol protagónico irremplazable del pueblo.
Histórica por una virtud inseparable de este proceso político que brilló, la de recuperar el sentido de la política como herramienta de transformación social.
Es que había que ir pensábamos todos, era no sólo ir a bancar los compañeros Néstor y Cristina con lo que ello implica, y al Proyecto Nacional y Popular que día a día construimos desde cada lugar con dignidad y orgullo.
Era también estar para reconocernos como una juventud que milita, hace política, piensa el país y esta comprometida con la construcción de un futuro para todos.
Y ese compromiso que se traduce en las prácticas diarias en los barrios, en las fábricas y los sindicatos, y en las escuelas y las universidades, da muestras sobradas de que cuando llegue el tiempo de la sucesión, tenemos con que continuar y profundizar el proceso de transformación que viene desarrollando el Gobierno Popular.
Indudablemente todo esto fue conformando el perfecto lienzo para escoltar las mentadas palabras del Secretario General de la JP Juan Cabandié, que dieron paso al brillante discurso de Andrés “el Cuervo” Larroque, Secretario General de La Campora, quien supo analizar en profundidad el momento histórico y dar cuenta de la real dimensión que la juventud viene adquiriendo en él.
Posteriormente, la principal oradora del acto, la Compañera Presidenta Cristina Fernández, dio cátedra con su insuperable capacidad de oratoria exponiendo sobre la situación actual, las batallas en la construcción del Proyecto Nacional y Popular, y el trascendente rol de la juventud de cara a la continuidad y profundización de éste.
Las banderas, el humo, el color, el calor humano, ese sentir peronista que emociona hasta las lágrimas, configuraron un cierre a toda orquesta, con todos los presentes cantando la marcha orgullosos, sabiendo que Vamos por todo.
Compañero Ikal Samoa
2 comentarios:
IKAL te agradezco tanto por esta descripción tan precisa y tan emotiva. Desde la tele trataba de pensar cómo sería estar ahí, me emocioné con las palabras de Cristina, con la gente, con las banderas. Pensaba "qué pena no estar ahí junto a los compañeros". Hoy me levanté pensando en ese sueño de ver al pueblo junto a Cris y a Néstor. El sueño de festejar todos en 2011. Y ahora leo tus palabras, tus palabras que me ayudan a dibujar en mi mente toda la escena y sólo me resta cerrar los ojos y creer que aquello que sentía en mi corazón tiene que ver con la absoluta certeza de "haber estado ahí" de algún modo. Gracias de nuevo!
Sintetizó bien Gabriela tu artículo.
A mi me cierra muy bien la frase final:
"sabiendo que vamos por todo" !!!
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