El carácter no sustentable en la aplicación del proyecto de ley opositor sobre llevar al 82% móvil las jubilaciones aprobado en la cámara baja, fue una vez más confirmado.
En esta oportunidad fue la Auditoría General de la Nación presidida por el radical Dr. Leandro O. Despouy, quien mediante un informe lo expresa tajantemente.
Como si hubiera sido en forma inconsciente, el pronunciamiento efectuado nada menos que por el órgano de control opositor, no hace más que ratificar la solidez argumentativa en cuanto a la inviabilidad del proyecto y su consecuente trasfondo con el objetivo de quebrar al Estado Nacional vía estrangulación las cuentas públicas.
Es que, como bien se ha hecho ya en incontables referencias, este proyecto desfinanciador no revela precisamente de donde saldría el dinero para llegar a alcanzar el 82% móvil, y por ello contradice la normativa vigente sobre fondos públicos la cual señala que toda ley que autorice gastos no previstos en el presupuesto debe explicar la fuente de los recursos.
Seguramente Haciéndose eco de esa normativa vigente – y espero se interprete el sarcasmo- la Auditoría General de la Nación ha reconocido la total inconsistencia del proyecto opositor mediante un informe titulado “Deuda pública contingente - Sistema Previsional 2007-2050” que analiza la sustentabilidad del sistema ante cuatro escenarios diferentes adversos a las cuentas públicas.
El primer escenario simula un fuerte freno en el crecimiento de la economía, el siguiente esboza un freno al ritmo de reducción de la informalidad, el tercero prevé un freno total de la tasa de informalidad hasta el año 2050, y el último simula que el Sistema Previsional, financiado con aportes del 13% de los trabajadores, pague haberes equivalentes al 82% del último ingreso percibido.
No casualmente, el informe deja sentado que el Sistema Previsional Argentino (SIPA), creado en diciembre de 2008 con la fusión de los ex Regímenes de Reparto y de Capitalización, resiste los primeros tres escenarios analizados e inclusive sostiene un superávit en ellos, mientras que en el cuarto se convierte en deficitario y deja de ser sustentable.
Utilizando palabras que pronunciara la Compañera Presidenta Cristina Fernández hace algunas semanas en el marco de la presentación del informe “Papel Prensa: La verdad”, “A confesión de parte, relevo de pruebas”.
En esta oportunidad fue la Auditoría General de la Nación presidida por el radical Dr. Leandro O. Despouy, quien mediante un informe lo expresa tajantemente.
Como si hubiera sido en forma inconsciente, el pronunciamiento efectuado nada menos que por el órgano de control opositor, no hace más que ratificar la solidez argumentativa en cuanto a la inviabilidad del proyecto y su consecuente trasfondo con el objetivo de quebrar al Estado Nacional vía estrangulación las cuentas públicas.
Es que, como bien se ha hecho ya en incontables referencias, este proyecto desfinanciador no revela precisamente de donde saldría el dinero para llegar a alcanzar el 82% móvil, y por ello contradice la normativa vigente sobre fondos públicos la cual señala que toda ley que autorice gastos no previstos en el presupuesto debe explicar la fuente de los recursos.
Seguramente Haciéndose eco de esa normativa vigente – y espero se interprete el sarcasmo- la Auditoría General de la Nación ha reconocido la total inconsistencia del proyecto opositor mediante un informe titulado “Deuda pública contingente - Sistema Previsional 2007-2050” que analiza la sustentabilidad del sistema ante cuatro escenarios diferentes adversos a las cuentas públicas.
El primer escenario simula un fuerte freno en el crecimiento de la economía, el siguiente esboza un freno al ritmo de reducción de la informalidad, el tercero prevé un freno total de la tasa de informalidad hasta el año 2050, y el último simula que el Sistema Previsional, financiado con aportes del 13% de los trabajadores, pague haberes equivalentes al 82% del último ingreso percibido.
No casualmente, el informe deja sentado que el Sistema Previsional Argentino (SIPA), creado en diciembre de 2008 con la fusión de los ex Regímenes de Reparto y de Capitalización, resiste los primeros tres escenarios analizados e inclusive sostiene un superávit en ellos, mientras que en el cuarto se convierte en deficitario y deja de ser sustentable.
Utilizando palabras que pronunciara la Compañera Presidenta Cristina Fernández hace algunas semanas en el marco de la presentación del informe “Papel Prensa: La verdad”, “A confesión de parte, relevo de pruebas”.
Compañero Ikal Samoa
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