En la madrugada del barrio de Liniers reapareció la brutalidad mas despiadada encarnada en el violento desalojo llevado adelante por el gobierno fascista de Macri a través de su patota legitimada y legalizada llamada Policía Metropolitana.
El bestial desalojo a comercios que se ubicaban en terrenos ferroviarios de la Avenida Rivadavia al 11.600, se desarrollado con evidente saña ante la resistencia de los puesteros quienes fueron golpeados, maltratados y encarcelados.
Pese a que voceros de los puesteros alegaban que cada comerciante mantenía un contrato de alquiler con la empresa concesionaria del ferrocarril, titular de los terrenos en los que se erigían los locales, la Policía Metropolitana, la cual como fuerza de seguridad no tiene jurisdicción sobre esos terrenos, junto a personal porteño sin identificación hizo oídos sordos y despejó el área paso a palazos limpios para que las topadoras del Gobierno de la Ciudad demolieran todo sin titubeos.
Con un saldo que cuenta puesteros heridos y detenidos, y la perdida de sus dignos medios de vida, concluyó la horrorosa operación defendida hoy mismo por el propio Macri alegando que “se aplico la ley” y que “se trata de recuperar el espacio público”.
El suceso no es singular si uno analiza la escalada planificada enmarcada en la política represiva de Maurizio quien a logrado no sólo conformar una fuerza de inseguridad, sino también consolidarla con los valores y la educación mas siniestros y deplorables que han caracterizado históricamente a todas las fuerzas de seguridad del país.
Ciertamente no fuimos pocos los que alzamos la voz oponiéndonos a la creación de una fuerza de inseguridad en la ciudad aunque nuestro discurso, y nuestras legitimas razones fueron invisibilizadas por todos los grandes medios de desinformación.
Así el debate se cerró a una falsa certeza en cuanto a lo necesario de esta penosa creación bajo los argumentos clásicos de la derecha represiva que niega las desigualdades sociales que causan el resquebrajamiento del tejido social y el aumento de la criminalidad, y propone y dispone una única solución: el uso de la fuerza y la violencia.
Esta falacia argumentativa y discursiva tomada inclusive aunque parcialmente por sectores progresistas, fue la piedra fundamental y fundante del aparato represivo diseñado por el macrismo, que cada vez entra en escena lo hace con mas brutalidad y desden por los derechos esenciales del ser humano.
Encontramos así que hoy la discusión versa enteramente sobre como el Gobierno Porteño hace uso de la fuerza pública, y continúa negando el debate sobre si tener una fuerza pública soluciona mas problemas de los que crea.
Claramente a los problemas que ya han surgido y seguirán surgiendo por la innecesaria convivencia de dos fuerzas de inseguridad en un mismo territorio, debemos agregarle la composición de la propia Metropolitana que lejos de abandonar los viejos vicios y las mayores miserias de las fuerzas de seguridad existentes, ha sido concebida con ellos y por ellos.
De público conocimiento es la impunidad con la cual Macri conformo esta patota legal tomando policías exonerados de varias fuerzas de seguridad y dándole el mando y el poder de instrucción en primer término al tristemente celebre “Fino” Palacios y luego al también como su antecesor procesado por la PYME de escuchas Osvaldo Chamorro.
Actualmente la Policía Metropolitana es conducida por Eugenio Burzaco, responsable de la seguridad en la Gobernación Neuquina de Sobisch cuando fue asesinado a quemarropa el docente Carlos Fuentealba.
Este último, dato que los grandes medios deciden ocultar de forma cómplice y sirviente al poder macrista y a sus propios intereses en la idea de encontrar un candidato que pueda enfrentar dignamente al Proyecto Nacional y Popular en las elecciones de 2011.
Los que hemos sostenido y seguimos sosteniendo que no queremos otra policía en la ciudad porque no queremos una interna interpolicial abierta, porque no avalamos otra fuerza que se dedique a financiarse con quiscos ilegales diversos, y porque entendemos que el camino de la represión lo único que genera son muertos, seguimos alzando nuestra voz al la espera de que actúe la justicia para frenar la brutalidad que se hace visible en operativos como el de hoy, pero fundamentalmente a la espera de que el próximo año se vea una alternativa progresista consolidada para sacar a Maurizio por medio de las urnas y disolver esta vieja Policía Metropolitana.
El bestial desalojo a comercios que se ubicaban en terrenos ferroviarios de la Avenida Rivadavia al 11.600, se desarrollado con evidente saña ante la resistencia de los puesteros quienes fueron golpeados, maltratados y encarcelados.
Pese a que voceros de los puesteros alegaban que cada comerciante mantenía un contrato de alquiler con la empresa concesionaria del ferrocarril, titular de los terrenos en los que se erigían los locales, la Policía Metropolitana, la cual como fuerza de seguridad no tiene jurisdicción sobre esos terrenos, junto a personal porteño sin identificación hizo oídos sordos y despejó el área paso a palazos limpios para que las topadoras del Gobierno de la Ciudad demolieran todo sin titubeos.
Con un saldo que cuenta puesteros heridos y detenidos, y la perdida de sus dignos medios de vida, concluyó la horrorosa operación defendida hoy mismo por el propio Macri alegando que “se aplico la ley” y que “se trata de recuperar el espacio público”.
El suceso no es singular si uno analiza la escalada planificada enmarcada en la política represiva de Maurizio quien a logrado no sólo conformar una fuerza de inseguridad, sino también consolidarla con los valores y la educación mas siniestros y deplorables que han caracterizado históricamente a todas las fuerzas de seguridad del país.
Ciertamente no fuimos pocos los que alzamos la voz oponiéndonos a la creación de una fuerza de inseguridad en la ciudad aunque nuestro discurso, y nuestras legitimas razones fueron invisibilizadas por todos los grandes medios de desinformación.
Así el debate se cerró a una falsa certeza en cuanto a lo necesario de esta penosa creación bajo los argumentos clásicos de la derecha represiva que niega las desigualdades sociales que causan el resquebrajamiento del tejido social y el aumento de la criminalidad, y propone y dispone una única solución: el uso de la fuerza y la violencia.
Esta falacia argumentativa y discursiva tomada inclusive aunque parcialmente por sectores progresistas, fue la piedra fundamental y fundante del aparato represivo diseñado por el macrismo, que cada vez entra en escena lo hace con mas brutalidad y desden por los derechos esenciales del ser humano.
Encontramos así que hoy la discusión versa enteramente sobre como el Gobierno Porteño hace uso de la fuerza pública, y continúa negando el debate sobre si tener una fuerza pública soluciona mas problemas de los que crea.
Claramente a los problemas que ya han surgido y seguirán surgiendo por la innecesaria convivencia de dos fuerzas de inseguridad en un mismo territorio, debemos agregarle la composición de la propia Metropolitana que lejos de abandonar los viejos vicios y las mayores miserias de las fuerzas de seguridad existentes, ha sido concebida con ellos y por ellos.
De público conocimiento es la impunidad con la cual Macri conformo esta patota legal tomando policías exonerados de varias fuerzas de seguridad y dándole el mando y el poder de instrucción en primer término al tristemente celebre “Fino” Palacios y luego al también como su antecesor procesado por la PYME de escuchas Osvaldo Chamorro.
Actualmente la Policía Metropolitana es conducida por Eugenio Burzaco, responsable de la seguridad en la Gobernación Neuquina de Sobisch cuando fue asesinado a quemarropa el docente Carlos Fuentealba.
Este último, dato que los grandes medios deciden ocultar de forma cómplice y sirviente al poder macrista y a sus propios intereses en la idea de encontrar un candidato que pueda enfrentar dignamente al Proyecto Nacional y Popular en las elecciones de 2011.
Los que hemos sostenido y seguimos sosteniendo que no queremos otra policía en la ciudad porque no queremos una interna interpolicial abierta, porque no avalamos otra fuerza que se dedique a financiarse con quiscos ilegales diversos, y porque entendemos que el camino de la represión lo único que genera son muertos, seguimos alzando nuestra voz al la espera de que actúe la justicia para frenar la brutalidad que se hace visible en operativos como el de hoy, pero fundamentalmente a la espera de que el próximo año se vea una alternativa progresista consolidada para sacar a Maurizio por medio de las urnas y disolver esta vieja Policía Metropolitana.
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
"los grandes medios deciden ocultar de forma cómplice y sirviente al poder macrista y a sus propios intereses..."
Dato mayor, éste.
Lamentablemente la gente pone los noticieros del sistema y ahí, casi que le han dado un aura de santidad a esta embestida brutal.
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