Las palabras de su artículo de hoy, no lo muestran nada contento a Adrián Ventura con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que pone límites precisos al abuso judicial derivado en vericuetos legales con la única finalidad de frenar la aplicación de la ahora si vigente Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Pues claro, difícilmente podría contentarse con un fallo que da por tierra los argumentos poco serios y las formas despreciables actuadas tanto por el diputado Thomas – quien ejecuto la orden de los monopolios mediáticos para intentar frenar la ley de la democracia- como de la Cámara Federal de Mendoza que dio lugar a la presentación de este diputado avalando una aberración legal.
Lejos de reconocer la intencionalidad política y el entramado de relaciones que une al diputado, el juez de primera instancia y los camaristas con los multimedios afectados en su poderío con la vigencia de la ley de todas las voces, este lacayo de Bartolomé Mitre y Herrera de Noble, busca sembrar dudas sobre la fundamentación del fallo en lo que respecta a la afección sufrida por la gobernabilidad cuando se utiliza a la justicia para frenar lo que no se pudo frenar con el debate y los votos en el Congreso.
Parece ridículo justificar la presentación de un diputado que habiendo perdido por amplio margen la votación no acepta la voluntad de la mayoría y acude a los oscuros despachos de esos jueces estrechamente ligados al poder económico mediático.
Pero una vez mas Ventura nos muestra una ridícula justificación amparándose en sus dudas sobre si ello afecta a la gobernabilidad, y aquí cabe aclararle a este peón de las empresas mediáticas que lógicamente la afecta porque una ley trascendental votada y apoyada ampliamente es incumplida por los artilugios ejecutados para proteger intereses económicos espurios y minoritarios, y fundamentalmente porque si la democracia es el gobierno de las mayorías -necesitas repasar el ABC del derecho y la democracia liberal antes de emitir opinión Adrián-, congelar la aplicación de una ley votada por las mayorías es pasar al gobierno de una minoría.
Entonces y dando vuelta la pregunta de este muchacho, ¿Quién le puede poner límites a los abusos en los que, ocasionalmente, pueda incurrir una minoría política cuando viole los derechos de las mayorías a participar en un debate legislativo transparente? (Y a colación le recordamos a este muchacho que no somos tontos y conocemos sus patéticas formas para falsear no solo la realidad sino también la construcción simbólica del lenguaje cuando dice “una mayoría” y “las minorías”).
Para finalizar y sin decir nada que no se conozca, pero siendo conciente de cuan necesario es profundizar la lucha por la construcción simbólica del lenguaje, debo a hacer eje en la gran mentira sobre los supuestos riesgos que la ley contiene para con la libertad de prensa.
Obviamente Ventura y todos los ciervos de los multimedios intentan sistemáticamente pegar la idea de libertad de prensa a sus intereses económicos.
Es así que cuando un interés económico se ve afectado (Ejemplo: tener que desprenderse de licencias para frecuencias radiales que serán entregadas a otras radios ya sea empresas, cooperativas y organizaciones civiles o sociales con el fin de avanzar en una pluralidad de voces), nos cuentan sobre como se afecta terriblemente la libertad de prensa y como son victimas de ello, etc. cuando en realidad la pluralidad de voces lejos de afectar cercenar la libertad de prensa la fortalece.
Desde luego para los multimedios oligopólicos la libertad de prensa no esta intrínsecamente relacionada con la pluralidad de voces garantizada en una ley, sino que esta relacionada intrínsecamente a su capacidad de concentrar información y poder económico y político.
Pues claro, difícilmente podría contentarse con un fallo que da por tierra los argumentos poco serios y las formas despreciables actuadas tanto por el diputado Thomas – quien ejecuto la orden de los monopolios mediáticos para intentar frenar la ley de la democracia- como de la Cámara Federal de Mendoza que dio lugar a la presentación de este diputado avalando una aberración legal.
Lejos de reconocer la intencionalidad política y el entramado de relaciones que une al diputado, el juez de primera instancia y los camaristas con los multimedios afectados en su poderío con la vigencia de la ley de todas las voces, este lacayo de Bartolomé Mitre y Herrera de Noble, busca sembrar dudas sobre la fundamentación del fallo en lo que respecta a la afección sufrida por la gobernabilidad cuando se utiliza a la justicia para frenar lo que no se pudo frenar con el debate y los votos en el Congreso.
Parece ridículo justificar la presentación de un diputado que habiendo perdido por amplio margen la votación no acepta la voluntad de la mayoría y acude a los oscuros despachos de esos jueces estrechamente ligados al poder económico mediático.
Pero una vez mas Ventura nos muestra una ridícula justificación amparándose en sus dudas sobre si ello afecta a la gobernabilidad, y aquí cabe aclararle a este peón de las empresas mediáticas que lógicamente la afecta porque una ley trascendental votada y apoyada ampliamente es incumplida por los artilugios ejecutados para proteger intereses económicos espurios y minoritarios, y fundamentalmente porque si la democracia es el gobierno de las mayorías -necesitas repasar el ABC del derecho y la democracia liberal antes de emitir opinión Adrián-, congelar la aplicación de una ley votada por las mayorías es pasar al gobierno de una minoría.
Entonces y dando vuelta la pregunta de este muchacho, ¿Quién le puede poner límites a los abusos en los que, ocasionalmente, pueda incurrir una minoría política cuando viole los derechos de las mayorías a participar en un debate legislativo transparente? (Y a colación le recordamos a este muchacho que no somos tontos y conocemos sus patéticas formas para falsear no solo la realidad sino también la construcción simbólica del lenguaje cuando dice “una mayoría” y “las minorías”).
Para finalizar y sin decir nada que no se conozca, pero siendo conciente de cuan necesario es profundizar la lucha por la construcción simbólica del lenguaje, debo a hacer eje en la gran mentira sobre los supuestos riesgos que la ley contiene para con la libertad de prensa.
Obviamente Ventura y todos los ciervos de los multimedios intentan sistemáticamente pegar la idea de libertad de prensa a sus intereses económicos.
Es así que cuando un interés económico se ve afectado (Ejemplo: tener que desprenderse de licencias para frecuencias radiales que serán entregadas a otras radios ya sea empresas, cooperativas y organizaciones civiles o sociales con el fin de avanzar en una pluralidad de voces), nos cuentan sobre como se afecta terriblemente la libertad de prensa y como son victimas de ello, etc. cuando en realidad la pluralidad de voces lejos de afectar cercenar la libertad de prensa la fortalece.
Desde luego para los multimedios oligopólicos la libertad de prensa no esta intrínsecamente relacionada con la pluralidad de voces garantizada en una ley, sino que esta relacionada intrínsecamente a su capacidad de concentrar información y poder económico y político.
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
Es como tu artículo de ayer, no hacen más que sangrar por la herida estos tipos.
La primera comentarista de La Nación le dio con un caño bien...
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