No conforme con los alquileres realizados del Teatro Gral. San Martín para fiestas privadas de los niños ricos, el día de hoy decidió profundizar su política de bastardeo de lo público alquilándole el mismísimo Teatro Colón a una de las personas mas perversas de la poco fructífera historia de la televisión argentina.
Resulta ser que Mirtha Legrand, mas conocida como la gorilona mas fina de la televisión local, pudo llevar adelante el aniversario no se cuanto - ni tampoco me importa- de su programa en vivo desde el Teatro Colón, con invitados de tan alto impacto cultural como el propio Macri, el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Daniel Chain, y el director del Teatro Colón, Pedro Pablo García Caffi.
Dejando de lado el pésimo gusto de Maurizio a la hora de elegir en que programas hace campaña para el año que viene, debo enfocarme en estos criterios típicamente neoliberales y que tanto nos recuerdan a la fiesta neventista de la rata.
Es evidente que para Macri el ser Jefe de Gobierno lo autoriza a realizar cualquier tipo de acto en cualquier espacio de la Ciudad como si fuera alguna de sus numerosas propiedades.
Pero no sólo eso, también es evidente que el impresentable que gobierna la Ciudad entiende que el espacio público debe ser usufructuado por sus compinches, amigotes, laderos y lamebotas mediáticos a placer, y todo ello en contraste con el trato que su gobierno fascista le da a los indigentes, a los sin techo, a los cuales apalea, les roba sus pocas pertenencias humillandolos y echa de plazas, veredas y cualquier otro lugar en la vía pública con sus grupos de tareas especializados en este tipo de atrocidades.
La útilización del Teatro Colón para fines que nada tienen que ver con las artes, la música, la cultura no es sólo un ejemplo más del desprecio que Macri tiene por lo público y de sus concepciones privatistas llevadas adelante en la medida de lo posible con numerosos ejemplos como los terrenos que prácticamente regalo en distintos puntos de la ciudad y el avance en privatizaciones como la del Planetario, sino que también nos muestra la dimensión y el papel que para el macrismo tiene la cultura.
Asi como ocurrió con el Teatro Gral. San Martín, con el Colón el gobierno macrista no hace mas que ratificar que su pensamiento sobre los espacios culturales implica una exclusividad en su uso cuando los ricos los requieren, y su no masificaciónen tanto y en cuanto esta no presente réditos económicos - como ejemplo de esto último tenemos el cierre de mas de 500 talleres en centros culturales que se efectuó durante el primer año de mandato-.
La cultura en la clave neomenemista del macrismo será, siempre y cuando brinde algún rédito político o económico, se ajustará necesariamente a las formas fastuosas y frívolas, y se ejecutará con abundancia para una elite y con suma austeridad para el pueblo.
Resulta ser que Mirtha Legrand, mas conocida como la gorilona mas fina de la televisión local, pudo llevar adelante el aniversario no se cuanto - ni tampoco me importa- de su programa en vivo desde el Teatro Colón, con invitados de tan alto impacto cultural como el propio Macri, el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Daniel Chain, y el director del Teatro Colón, Pedro Pablo García Caffi.
Dejando de lado el pésimo gusto de Maurizio a la hora de elegir en que programas hace campaña para el año que viene, debo enfocarme en estos criterios típicamente neoliberales y que tanto nos recuerdan a la fiesta neventista de la rata.
Es evidente que para Macri el ser Jefe de Gobierno lo autoriza a realizar cualquier tipo de acto en cualquier espacio de la Ciudad como si fuera alguna de sus numerosas propiedades.
Pero no sólo eso, también es evidente que el impresentable que gobierna la Ciudad entiende que el espacio público debe ser usufructuado por sus compinches, amigotes, laderos y lamebotas mediáticos a placer, y todo ello en contraste con el trato que su gobierno fascista le da a los indigentes, a los sin techo, a los cuales apalea, les roba sus pocas pertenencias humillandolos y echa de plazas, veredas y cualquier otro lugar en la vía pública con sus grupos de tareas especializados en este tipo de atrocidades.
La útilización del Teatro Colón para fines que nada tienen que ver con las artes, la música, la cultura no es sólo un ejemplo más del desprecio que Macri tiene por lo público y de sus concepciones privatistas llevadas adelante en la medida de lo posible con numerosos ejemplos como los terrenos que prácticamente regalo en distintos puntos de la ciudad y el avance en privatizaciones como la del Planetario, sino que también nos muestra la dimensión y el papel que para el macrismo tiene la cultura.
Asi como ocurrió con el Teatro Gral. San Martín, con el Colón el gobierno macrista no hace mas que ratificar que su pensamiento sobre los espacios culturales implica una exclusividad en su uso cuando los ricos los requieren, y su no masificaciónen tanto y en cuanto esta no presente réditos económicos - como ejemplo de esto último tenemos el cierre de mas de 500 talleres en centros culturales que se efectuó durante el primer año de mandato-.
La cultura en la clave neomenemista del macrismo será, siempre y cuando brinde algún rédito político o económico, se ajustará necesariamente a las formas fastuosas y frívolas, y se ejecutará con abundancia para una elite y con suma austeridad para el pueblo.
Compañero Ikal Samoa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario