La brutal represión ejecutada por las policías Federal y Metropolitana por expreso pedido del Poder Judicial porteño atendiendo la presentación para desalojar hecha por la gestión Macri dejo un saldo de dos jóvenes muertos - Bernardo Salgueiro y Rosemarie Puja-, y puso sobre el tapete la crisis habitacional que se vive en la Ciudad de Buenos Aires.
Es que la ocupación del denominado Parque Indoamericano – el cual parece mas un basural que un parque consecuencia lógica de las políticas de desprecio y destrucción de la zona sur de la capital- que se encuentra frente a la Villa Soldati, no es otra cosa que el efecto esperado e inevitable de una problemática a la cual el macrismo a dado respuestas represivas y persecutorias.
De la misma forma es resultado de estas políticas habitacionales que abordan el problema condenando a los pobres, la reproducción de mafias que operan en las villas de la ciudad y proceden a lotear cualquier ámbito del espacio público – y en esto cabe aclarar que las zonas decididamente aisladas por la política del niño rico son las aprovechadas para el negocio- para luego venderlo a habitantes de bajos recursos.
Porque seamos claros, en tres años de gestión Mauricio Macri tiene el impresentable número de sólo 200 viviendas finalizadas, las cuales fueron hechas casi en su totalidad por las dos administraciones anteriores, y o (¡sí cero!) nuevas viviendas nuevas construidas o cuya construcción se haya iniciado.
Mientras se calcula que para estabilizar el problema de las viviendas en la ciudad es necesario construir 5.000 viviendas, la política oficial pro ha sido subejecutar las partidas presupuestarias del área a fin de sólo concluir las obras existentes; no presentar ningún plan sustentable de obras públicas que permita abordar este tema de forma progresiva; y decididamente hacer uso de la fuerza para reprimir a toda persona en situación de calle – recuérdese a la UCEP mediante a la cual se apaleaba indigentes como un mínimo ejemplo-.
Entonces, viendo esta forma de abordar el problema de las viviendas, no puede llamarnos la atención el intento de desalojo efectuado a sangre y fuego en el Parque Indoamericano, como tampoco puede llamarnos la atención el discurso fascista del Jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta, que solicitando leyes migratorias mas duras pretende instalar una demonización de los inmigrantes de hermanos países atándolos a todos los males de los porteños.
A esos males que son responsabilidad pura y exclusiva de la gestión pro y que responden a su forma de gestionar, de hacer política.
Esa forma que excluye; aísla; persigue; apalea e inclusive mata a los pobres mientras beneficia a los ricos y vende una imagen marketinera canchera a la clase media.
Esa forma que busca constituir como lo he mencionado en otras oportunidades, la ciudad de los ricos.
Por fortuna un sector del Poder Judicial de la ciudad encabezado por el otrora ridiculizado juez Gallardo ha tomado cartas en el asunto a fin de investigar a Macri en cuanto a su nefasta política habitacional.
Esperemos, en este sentido, que también se avance para conocer la total verdad sobre los hechos ocurridos en la madrugada de ayer, y se haga justicia para con el asesinato de los dos jóvenes.
Es que la ocupación del denominado Parque Indoamericano – el cual parece mas un basural que un parque consecuencia lógica de las políticas de desprecio y destrucción de la zona sur de la capital- que se encuentra frente a la Villa Soldati, no es otra cosa que el efecto esperado e inevitable de una problemática a la cual el macrismo a dado respuestas represivas y persecutorias.
De la misma forma es resultado de estas políticas habitacionales que abordan el problema condenando a los pobres, la reproducción de mafias que operan en las villas de la ciudad y proceden a lotear cualquier ámbito del espacio público – y en esto cabe aclarar que las zonas decididamente aisladas por la política del niño rico son las aprovechadas para el negocio- para luego venderlo a habitantes de bajos recursos.
Porque seamos claros, en tres años de gestión Mauricio Macri tiene el impresentable número de sólo 200 viviendas finalizadas, las cuales fueron hechas casi en su totalidad por las dos administraciones anteriores, y o (¡sí cero!) nuevas viviendas nuevas construidas o cuya construcción se haya iniciado.
Mientras se calcula que para estabilizar el problema de las viviendas en la ciudad es necesario construir 5.000 viviendas, la política oficial pro ha sido subejecutar las partidas presupuestarias del área a fin de sólo concluir las obras existentes; no presentar ningún plan sustentable de obras públicas que permita abordar este tema de forma progresiva; y decididamente hacer uso de la fuerza para reprimir a toda persona en situación de calle – recuérdese a la UCEP mediante a la cual se apaleaba indigentes como un mínimo ejemplo-.
Entonces, viendo esta forma de abordar el problema de las viviendas, no puede llamarnos la atención el intento de desalojo efectuado a sangre y fuego en el Parque Indoamericano, como tampoco puede llamarnos la atención el discurso fascista del Jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta, que solicitando leyes migratorias mas duras pretende instalar una demonización de los inmigrantes de hermanos países atándolos a todos los males de los porteños.
A esos males que son responsabilidad pura y exclusiva de la gestión pro y que responden a su forma de gestionar, de hacer política.
Esa forma que excluye; aísla; persigue; apalea e inclusive mata a los pobres mientras beneficia a los ricos y vende una imagen marketinera canchera a la clase media.
Esa forma que busca constituir como lo he mencionado en otras oportunidades, la ciudad de los ricos.
Por fortuna un sector del Poder Judicial de la ciudad encabezado por el otrora ridiculizado juez Gallardo ha tomado cartas en el asunto a fin de investigar a Macri en cuanto a su nefasta política habitacional.
Esperemos, en este sentido, que también se avance para conocer la total verdad sobre los hechos ocurridos en la madrugada de ayer, y se haga justicia para con el asesinato de los dos jóvenes.
Compañero Ikal Samoa
1 comentario:
Un asco el macrismo. El año próximo lo echamos definitivamente de la ciudad.
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