Con las listas cerradas de cara a la presidencial, y la
candidatura al Ejecutivo Nacional del Gobernador de la Provincia de Buenos
Aires, Daniel Osvaldo Scioli, definida como la única del Frente para la
Victoria, ayer se vivió una nueva jornada de elecciones provinciales.
Fueron dos con resultados disímiles, a saber:
Por un lado, el radicalismo recupero el gobierno provincial
de Mendoza tras 8 años de gestión peronista, en una contienda que terminó siendo
menos reñida de lo que anunciaba la encuestología en la previa.
En alianza con el pro, que en la práctica aportó solamente
su sello, la UCR llevó al intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, como su
candidato a la gobernación, mientras el Frente para la Victoria, tuvo a Adolfo
Bermejo como cabeza de lista.
La diferencia entre ambos terminó siendo de casi siete
puntos porcentuales con el 98,89% de las mesas escrutadas.
Cornejo obtuvo un 46,43% mientras que Bermejo alcanzó un
39,42%, y en tercer lugar se ubicó Noelia Barbeito del Frente de Izquierda con
apenas un 10,39%.
De esta manera, el radicalismo recuperó uno de sus bastiones
históricos y dejó flotando una pregunta de cara a la elección nacional: ¿Debe el
FpV considerar esta elección como un llamado de atención?
Por otro lado, se vivió la primera vuelta de la contienda
electoral en Tierra del Fuego donde el Frente para la Victoria obtuvo un sólido
triunfo aun cuando no le alcanzó para evitar el ballotage.
Escrutadas el 99% de las mesas, su candidata, Rosana
Bertone, se impuso con el 42,28% de los votos contra un 33,14% de Federico
Sciurano, candidato de la alianza entre la UCR y el Movimiento Popular Fueguino.
El triunfo es, sin dudas, importante, y la propia candidata
del FpV lo calificó de histórico aunque deberá refrendarse en la segunda vuelta
a desarrollarse el próximo domingo.
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