Hoy se cumplen 199 años del inicio de una gesta histórica que llevó adelante el pueblo jujeño en aras de la consolidación de la Revolución de Mayo de 1810, y bajo el comando del General Manuel Belgrano y el Mayor General Eustoquio Díaz Vélez.
Fue aquel 23 de agosto de 1812 cuando el General Belgrano, en franca desventaja ante las fuerzas realistas, tomo la determinación de realizar una retirada estratégica desde San Salvador de Jujuy -su cuartel general desde que había sido enviado por el Triunvirato a defender la frontera norte-, hasta San Miguel de Tucumán.
El enemigo imperial español venía avanzando desde el Alto Perú con notable fuerza; mayor cantidad de hombres; y un armamento más sofisticado, y ante la inminente derrota que incluiría necesariamente un baño de sangre, Belgrano puso en marcha lo que la historia nos recuerda como el Éxodo Jujueño.
Aquella retirada estratégica en la práctica, implicó la evacuación de todo el pueblo jujeño quién con valor se movilizó a San Miguel de Tucumán cargando alimentos y mercancías.
Se arrió el ganado y se prendieron fuego las cosechas porque el objetivo era dejar tierra arrasada al enemigo; que las fuerzas realistas no pudiesen aprovechar ningún bien ni tuvieran víveres para sus tropas.
Así, ese 23 de agosto por la tarde el glorioso pueblo jujeño escoltado por los soldados revolucionarios, partió en su largo y arduo camino hacia Tucumán abandonando sus vidas arraigadas en la ciudad que fuera su hogar, y a su vez, no dejando nada útil al enemigo imperial.
El General Belgrano fue el último en retirarse de una San Salvador de Jujuy en ruinas cuando ya todos habían partido, y con el inminente arribo del ejercito realista.
El enorme sacrificio que hizo nuestro amado pueblo de Jujuy por la Patria que hoy tenemos, siempre será rememorado como un capitulo central de nuestra historia.
Compañero Ikal Samoa
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