Pobrísima primera pre- interna de la GF.

Muy cuidada por los medios hegemónicos que jugaron a sobredimensionarla de manera burda, la primera fecha de pre- internas entre los Genuflexos Federales Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá, nos arrojo números contundentes que cristalizan la decadencia del espacio.

De acuerdo a los números oficiales, es decir los brindados por ellos mismos, el total de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que asistieron a sufragar – y aquí déjeseme recordar lo laxo del procedimiento que validaba la introducción en el sobre de boletas; afiches; volantes; e inclusive papelitos con el nombre del candidato elegido-, fue de 33.704 lo que representa el 1,35% del padrón.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el nimio porcentaje expresa la nula legitimidad que la Genuflexión Federal posee en la ciudad.

De aquel exiguo número fruto casi exclusivo del voto orgánico militante, Eduardo Duhalde obtuvo 16.976 votos (50,37%) y Alberto Rodríguez Saá 16.728 (49,63%) en lo que no tardaron en calificar como empate técnico.

Es lógico, el empate era necesario si pensamos en un futuro nuevo intento por hacer levantar un poco el vuelo de la pre- interna.

Si hubiera habido un triunfo holgado de alguno de los candidatos, las fechas siguientes hubieran perdido aún más el ya pobre valor que tienen, dicho sea de paso, en parte producto de los números de ayer.

Seguramente, más allá del cachivache que representó esa puesta en escena con los dos pre- candidatos a los abrazos entre sonrisas y con declaraciones que causan sorpresa y vergüenza ajena como las vertidas en torno a intentar agigantar el número de sufragantes, la preocupación al interior de la Genuflexión Federal debe ser casi tan grande como el porcentaje del padrón que ayer les volvió a dar la espalda.

Máxime cuando ya no es un secreto que Magnetto los sigue degradando en su escala de empleados.

En estas condiciones, uno no puede dejar de acordarse de Felipe Solá, quién ciertamente sigue golpeando la puerta de atrás para que lo dejemos volver a sentirse parte del Proyecto Nacional.

Que siga golpeando...

Compañero Ikal Samoa