Hacia la soberanía energética.

En el camino de la soberanía energética es que el Gobierno Popular viene avanzando con políticas claras para apuntalar la diversificación en el abastecimiento y conjuntamente, la nacionalización de los recursos que componen la matriz energética en el país.
Este es el marco en el cual se viene implementando un programa energético clave para la diversificación de las fuentes de combustible fortaleciendo las existentes y construyendo nuevas y novedosas a partir de la utilización de recursos renovables como la energía eólica.
El Ministro de Planificación Federal Julio De Vido en dialogo con Canal 7 expresó que de los 895 MW (magavatios) generados a partir de fuentes renovables adjudicados ayer, “754 son eólicos, casi el 80 por ciento, y se van a desarrollar en las provincias de Chubut, Santa Cruz, Mendoza y La Rioja” lo cual “es inédito en Latinoamérica, es importantísimo para la diversificación de la matriz argentina y también va de la mano de la construcción de la línea de 500 Kv (kilovatios) entre Pico Truncado y Río Gallegos, sin la cual no se podría incorporar al Sistema Interconectado Nacional estos 754 MW”.
A ello se le suma el impactante avance en el proceso para revertir la desnacionalización en materia energética que en 2003 por ejemplo, daba cuenta de que “el 66 por ciento de la generación de electricidad estaba en manos privadas extranjeras, mientras que hoy sólo el 35 por ciento lo está” según palabras del propio Ministro, el cual agregó en referencia a esto que la participación de empresas de capitales nacionales “en 2003 era sólo el 8 por ciento, hoy es el 28 por ciento, y en el caso de las centrales hidroelécticas, el Estado nacional y los provinciales tenían el 26% y hoy tienen el 37”.
Estos números expresan la idea fuerza con la que se viene trabajando en materia energética, la nacionalización de la matriz energética que permita un reposicionamiento del Estado en cuanto a su participación para posibilitar - tomando palabras de De Vido- “un equilibrio racional, razonable y sustentable para que la Argentina sea soberana, y tenga capacidad y autonomía para decidir sobre sus cuestiones energéticas”.
Con esta idea fuerza, con este camino emprendido, es con el cual el país podrá continuar creciendo y desarrollándose a nivel tecnológico e industrial para aumentar sus capacidades de cara a la región y al mundo, pero a la vez y de manera entrelazada para continuar un proceso que reconstruye el trabajo, el mercado interno y el tejido social de la Nación.

Compañero Ikal Samoa