jueves, 16 de julio de 2015

El pacto Estados Unidos- Irán.



A diferencia del Memorando de Entendimiento a fin de poder avanzar en el esclarecimiento del atentado a la sede de la AMIA que firmaran otrora Irán y nuestro país, el pacto nuclear conocido ayer, que tiene a Estados Unidos; sus socios occidentales europeos; Rusia; China; e Irán como protagonistas, ha generado una catarata de elogios en la oposición local; catarata que no casualmente se olvida la histórica búsqueda de Estados Unidos por destituir el régimen iraní y lo que podemos traducir como una defección para con esa obsesión imperial.
Es que Estados Unidos, presionado por sus socios pero más por Rusia y China, tras años de demonizar a la república asiática se vio obligado a ceder y avanzar en un acuerdo que le permita centrar su atención sólo en el Estado Islámico; otro producto exclusivo de su política gendarme imperial.
Irán, hasta hace meses el demonio sobre la tierra según la óptica occidental – aquí incluimos a los rastreros socios del país del norte: Gran Bretaña, Francia y Alemania-, pasó entonces a ser uno más en el concierto de las naciones con un acuerdo que no hace más que reconocer lo que sus dirigentes políticos actuales y anteriores han dicho siempre: Su desarrollo nuclear siempre fue con fines energéticos pacíficos; algo que obviamente no corre para todas las potencias que participaron del pacto, fundamentalmente para la de América del Norte.
Lógicamente, para el país de oriente medio, el pacto es un éxito respecto de su potestad para llevar adelante políticas propias que le permitan un desarrollo energético; lo que también se traduce como una victoria soberana, pero que también tiene un significado en materia de Relaciones Internacionales: El hecho en sí es un triunfo de la multilateralidad y al mismo tiempo representa otra muestra más de la creciente decadencia de la hegemonía norteamericana.
Es, probablemente, la toma de conciencia respecto de esto último, lo que lleva al gobierno de Barack Obama a una decisión pragmática que si bien mella su relación con Israel, su aliado histórico creado a tal fin en la región, le permite poner toda su vocación imperial en lo que ya es hoy en la práctica, un califato constituido con un amplio territorio y no pocos recursos.
Es que la aparición; el crecimiento; y la consolidación del Estado Islámico son ahora la primera preocupación para las potencias occidentales y sus multinacionales; deseosas por controlar la región más rica en petróleo del mundo.

1 comentario:

Un Argentino del Medio dijo...

Hacer acuerdos con Iran no es intrinsecamente malo.

Si el acuerdo es para eliminar o restringir la posibilidad de que Iran tenga una bomba atomica entonces el acuerdo es bueno.

Si el acuerdo que se hace con iran apunta a que los sospechosos de una atentado terrorista sigan impunes entonces el acuerdo es malo.


La bueno o malo del acuerdo no depende de las partes que formen el acuerdo, depende de que es lo que se acuerda... No es tan dificil...

EnglishFrench German Spain Italian DutchRussian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified mesajes de amor y amistadtraductor banderas blogdocumentalesxo descargar un link