Razones de la elección de los riojanos.

Habiendo concluido el escrutinio de la elección provincial en La Rioja y como producto genuino del brillante triunfo del Frente Justicialista para la Victoria, hace instantes se oficializó que éste obtuvo las 19 bancas de la legislatura provincial que se disputaban.

De esta manera, se puso de manifiesto que en los nueve departamentos en los que se elegían representantes - San Blas de los Sauces; Ángel Vicente Peñaloza; General Belgrano; General Ocampo; General San Martín; Chamical; Arauco; Chilecito; y La Capital- para la Cámara de Diputados, el oficialismo propino una verdadera paliza electoral.

Consecuencia lógica de ello de cara al periodo de gobierno 2011- 2015, es que Luis Beder Herrera contará con un Poder Legislativo muy favorable, lo cual permitirá agilizar las normativas necesarias para instrumentar las políticas de profundización del modelo necesarias.

Ahora bien, dejando de lado lo ligado a la arquitectura institucional y pensando en clave simbólica, resulta indudable que en el análisis del aplastante triunfo hay dos cuestiones centrales a tomar en cuenta.

La primera es necesariamente el respaldo popular a una gestión que viene interpretando correctamente las problemáticas sociales y dando respuestas con la política como instrumento irremplazable.

La segunda en estrecha relación con la primera, es la comprensión y valoración positiva que hace el pueblo riojano de la pertenencia provincial al proyecto nacional.

Un dato corroborador de ello, es la imagen positiva que tienen los riojanos sobre la Compañera Presidenta Cristina Fernández, la cual supera casi en 10 puntos porcentuales al 67,2% obtenido por Beder Herrera.

A partir de estás dos cuestiones, cabe afirmar que la construcción valorativa que hizo el pueblo riojano a la hora de emitir su voto incluyó, más allá de otros elementos que juegan como la tradición ó el posible bienestar personal, una construcción simbólica que realza la idea de trabajo conjunto entre nación y provincia – algo que tuvo su correlato palpable en la realidad con obras concretas-, y se identifica con el liderazgo a partir de la gestión entendida desde su dimensión política; es decir en tanto herramienta transformadora de la realidad.

Visto desde esta perspectiva, no resulta descabellada la paliza electoral, por el contrario, aparece como una consecuencia expuesta de la realidad razonable que tiene hoy la provincia.

Compañero Ikal Samoa