Inicio académico de la UNAJ.

En la tarde de ayer y por medio de un acto realizado en el Salón Auditorio del Hospital El Cruce de Florencio Varela, el Compañero Ministro de Educación Alberto Sileoni inauguró, junto al intendente local, Julio Pereyra; el rector normalizador de la UNAJ, Ernesto Villanueva; y el jefe de Gabinete de la cartera que él encabeza, Jaime Perczyk, el primer ciclo lectivo de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.

Creada en el Municipio bonaerense de Florencio Varela en diciembre de 2009, ésta universidad cuenta, al iniciar las actividades académicas, con nueve carreras de grado en las áreas de ingeniería; ciencias sociales y salud; y dos tecnicaturas en temas agrarios las cuales ya albergan a más de 3000 alumnos inscriptos y un plantel de 140 docente.

Al iniciar su discurso en la ceremonia, el Compañero aseveró que “la Universidad Nacional Arturo Jauretche no viene a sacarle alumnos a nadie sino que llegó para acercarle los estudios superiores a la gente que de otra forma no podría acceder a ellos” dando cuenta de la apuesta a hacia la igualdad de oportunidades que ello significa, para luego exponer en relación a la misma que “el nombre que llevará la universidad viene a significar su destino, ligado a las luchas del campo nacional y popular”.

Seguido a esto, el Ministro explicó que “para este gobierno, la educación es de absoluta prioridad, en el 2003 no alcanzábamos el 3% de PBI de inversión en educación y se destinaban 5% del mismo al pago de la deuda externa, en el 2011 alcanzamos el 6.40% PBI y destinamos el 2% al pago de la deuda”, a lo que agregó “destinábamos 2 millones de pesos a la educación superior. En la actualidad se destinan 13 mil millones, y además el ministerio ha llevado adelante un programa de infraestructura universitario sin precedente, donde se destinan 650 millones de pesos” evidenciando los astronómicos avances logrados en los últimos ocho años.

Posteriormente, Sileoni destacó que “desde el 2003 a la actualidad se han creado 9 universidades con el objetivo de equiparar las necesidades educativas de toda la población y brindar igualdad de oportunidades para todos los chicos” para finalizar señalando “Queremos una universidad popular, abierta, democrática y participativa, que cubra las necesidades de todos aquellos que accedan a la misma. No queremos una universidad que expulse a los alumnos, si no una de calidad que incluya a todos”.

Los números hablan por si solos a la hora de visualizar los avances concretos en materia de educación, y dentro de ella en lo que respecta a la educación superior.

Pero más allá de estos números, aunque lógicamente como su causante directo, nos encontramos con un pilar que ha sido el ordenador de la política educativa desde el año 2003; la estrategia para la igualdad de oportunidades.

Este pilar que resulta inseparable de una concepción que entiende al Estado con la responsabilidad indelegable en materia educativa, viene siendo sin lugar a dudas, aquel conductor hacia un desarrollo académico sostenido cuantitativo y cualitativo.

Compañero Ikal Samoa