Un nuevo intento de golpe de Estado en Venezuela.

Un nuevo intento de golpe de Estado sufre, en estos días, la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Anteayer, masivas manifestaciones populares celebraban un nuevo aniversario de la Batalla de La Victoria, triunfo clave con indispensable participación de la juventud, en la guerra de independencia venezolana.

Como contrapartida, un sector de estudiantes universitarios había convocado a una protesta, también fogoneada por viejos golpistas conocidos miembros de la opositora Mesa de Unidad Democrática y multimedios de desinformación, que terminó siendo un raid de actos vandálicos que incluyeron el ataque a la sede del Ministerio Público.

En ese contexto, fueron asesinados tres jóvenes militantes chavistas y la jornada culmino con decenas de heridos.

El objetivo era claro, aprovechar los conflictos económicos internos que atraviesa Venezuela y el momento transicional – lógico por lo que viene implicando la reorganización del oficialismo en la gestión tras el fallecimiento de Hugo Chávez Frías-, a fin de desestabilizar el gobierno de Nicolás Maduro.

No es algo que sorprenda, considerando las veces que lo intentaron en los 15 años que el chavismo lleva en el gobierno, pero no por ello debe despreciarse, y en este sentido resulta importante destacar la defensa inmediata de la institucionalidad venezolana que realizaron todos los gobiernos de la región.

Dicho esto, también cabe preguntarse si no debería reunirse de emergencia UNASUR, aún ahora cuando los ánimos parecen más calmados y el intento golpista de la derecha fascista empieza a ver su final. 

Párrafo aparte merece el hermano pueblo venezolano, que una vez más ha demostrado el temple y la hidalguía para defender con la vida - y digo con la vida, y es mi deseo y deber honrar a los tres militantes asesinados-, a la patria y al proceso político que está transformando la historia de Venezuela.