Ayer por la tarde en Casa Rosada y en el marco de un acto que entre otros, tuvo a la Compañera Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner dando cuenta de los logros obtenidos a la fecha por el plan Argentina Trabaja, la Compañera Presidenta de todos los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner, volvió sobre la tragedia ocurrida en Once el miércoles pasado pero esta vez, de una forma diferente; valorizando la labor de una compañera en un momento como ese.
Concluía el acto cuando la Presidenta llamó a la Compañera Mónica Braña, presente en el Salón Mujeres Argentinas, para que la acompañara junto al atril.
“Mónica es una trabajadora, una enfermera del convenio que tenemos con la Universidad de La Matanza y que trabaja en el plan Argentina Trabaja”, explicó y destacó, “esta chiquita, en medio del drama y del dolor terrible, se plantó como nos plantamos las mujeres y se quedó a atender todo el tiempo a los heridos, a pesar de que no la dejaban pasar. Cuando vio lo que había pasado, lejos de abandonar a los demás, corrió presurosa en el medio del drama y del dolor para ayudar a los heridos”.
“Ella no solamente es una trabajadora de Argentina Trabaja, es una militante política, que no es tampoco del Frente para la Victoria, es del Frente Transversal, otra fuerza política que nos acompaña. Esto lo digo para desmitificar esto de que los militantes solamente trabajan o van a un acto por un choripán” agregó y especificó que “es una enfermera, pero fundamentalmente es un buen ser humano como hay que ser. Y esos títulos y conocimientos no te los da ninguna universidad, ningún ministerio, te lo da la formación de tu familia, tus propias convicciones y concebir al prójimo como a uno mismo, como exige Dios”.
Mónica es “un ejemplo de vida; estoy muy orgullosa de que trabaje en el plan Argentina Trabaja y sea una militante del campo nacional y popular” concluyó Cristina.
La valorización de lo hecho por esta compañera no puede resultar menor; no puede pasar desapercibido, para quienes pretendemos una sociedad más justa, igualitaria y humanizada.
No puede porque el proceder de Mónica realza los valores militantes llevados a la práctica en una situación extrema en la que ella también era una victima, y los realza porque da cuenta de un ejemplo distinto y hasta opuesto a todos los construidos sistemáticamente desde la lógica del individualismo; del sálvese quien pueda.
Con esto no estoy criticando a las personas que salieron corriendo despavoridas ante el horror, que no se malinterprete.
Lo que si critico es la valorización que se hace de los relatos del horror con puros fines económicos, la utilización de la desesperación; el miedo; el dolor de una victima que se oculta bajo un falso concepto de solidaridad que se ha consolidado en la sociedad gracias a la derrota cultural de los ´90.
No es solidaridad darle un espacio en un medio a una victima para que relate su sufrimiento mientras sube el minuto a minuto, es aprovechamiento con fines de lucro.
Tampoco es solidaridad quejarse de lo ocurrido argumentando “me hubiera podido pasar a mi”, por el contrario es el estadío superior del individualismo; es el quejarse por lo que hubiera podido pasarle a uno desvalorizando completamente lo que ya le a sucedido al otro.
Solidaridad es lo que hizo Mónica quien dejo de lado sus necesidades como victima en el momento para ayudar a quienes estaban padeciendo igual o más que ella.
No dudó en involucrarse a costa de cualquier interés particular que podía verse afectado por su decisión, y ese proceder deriva de una formación que comprende el valor inequiparable de la vida humana.
Compañero Ikal Samoa
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