Se conoció esta mañana, que el segundo en la línea de
sucesión presidencial será el senador y ex gobernador de Santiago del Estero,
Gerardo Zamora.
Fue en la primera sesión preparatoria del Senado, y Zamora
remplazará así a Beatriz Rojkés de Alperovich en la presidencia provisional de
este cuerpo.
Pese a que los opositores de todos los colores y lugares ya
han salido a criticar e inventar versiones sorprendentes sobre esta definición,
lo cierto es que no sorprende, pues Zamora es un histórico aliado comprometido
con el Proyecto Nacional y Popular.
A su vez, esta definición se inscribe en la línea de
apertura política que siempre ha tenido el Frente para la Victoria, y que durante
los últimos años se observa en, por dar sólo un ejemplo, la asunción de Martín Sabbatella
al frente de la AFSCA.
El FpV desde sus inicios ha tenido la vocación de construir
un espacio amplio que contenga al peronismo y aliados, y la asunción de Zamora
es, en todo caso, una muestra más de ello.
Por otra parte, cabe señalar que el respaldo a Zamora se justifica también desde su enorme gestión en el Ejecutivo de Santiago del Estero entre 2005 y 2013, y desde el notable apoyo del pueblo santiagueño, que pese a la proscripción judicial que le impidió ser candidato en la última elección provincial, se manifestó con claridad al elegir la continuidad del Frente Cívico que él conduce.
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