En una elección plagada de irregularidades entre las que se
cuentan, el cambio de custodia de las urnas definido hace dos semanas por el
Ejecutivo provincial – siempre a cargo de gendarmería y ayer realizada por la
policía local- y los cambios en los formatos de las boletas a fin de
privilegiar segundos candidatos por encima de las cabezas de las listas, Ricardo
Colombi logró retener la gobernación en la Provincia de Corrientes.
La elección como era de esperar, se polarizó, y la
diferencia entre el gobernador radical y el candidato del Frente para la Vcitoria, Carlos “Camau”
Espínola, terminó siendo de los cinco puntos porcentuales, dejando en un anecdótico
tercer lugar al radical disidente Nito Artaza.
Al margen de lo vergonzoso del proceso, un Colombi acompañado por todo el arco opositor nacional, logró mantener
el voto del interior provincial a excepción de Goya, donde se impuso el FpV, mientras
que a Camau no le alcanzó la diferencia obtenida en la capital para revertir la
situación.
Dicho esto, cabe aclarar que contrariamente a cualquier
análisis crítico barato, la elección realizada por el FpV termina siendo
notable, pues en una provincia históricamente esquiva al peronismo, hubo un
apoyo de más del 45% de los correntinos a un candidato joven como Espínola, que
recién está dando sus primeros pasos en la política institucional.
Será menester próximo, interpretar porque no se logró una victoria, pero
al margen de ello y entendiendo la historia política reciente de Corrientes,
bien cabe advertir que el papel del FpV ayer, lejos estuvo de ser pobre.
1 comentario:
Nito, una fuerza que crece!.
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