Hoy regresa de sus vacaciones la Corte Suprema de
Estados Unidos, y podría definir si toma el caso en el cual Argentina es
atacada por los fondos buitres, que pretenden cobrar en condiciones de
excepcionalidad los bonos defaulteados de los que se hicieron cuando eran papel
pintado.
Digo podría, porque sí el tribunal pone en estudio el caso, tiene
una semana para expedirse sobre si acepta la apelación de nuestro país, pero
también existe la posibilidad, algo bastante probable, de demorar su opinión a la espera de que avance otro proceso
judicial, que ya tiene una sentencia preliminar que impone un método de pago
que afecta a los bonistas del canje e involucra a entidades financieras
intermediarias.
De hecho, y según se
asegura desde el estudio de abogados Sherman & Sterling, conocedor del
obrar judicial en EEUU, son altísimas las posibilidades de no intervención en
esta instancia, por parte del máximo tribunal.
Es decir, sí define
no intervenir en este momento, ello no implica un no definitivo, algo que sería
perjudicial no solo para nuestro país, sino para todas las reestructuraciones
de deuda existentes a nivel mundial, y que llevaría indudablemente a la inviabilidad
de la economía mundial.
Entonces, es casi una fija que por ahora, y hasta tanto no avance la
otra causa, no habrá novedades sobre la posible intervención de la cabeza
judicial del país del norte.
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