Con el día del Trabajador como excusa, el gobernador
cordobés, José Manuel De la Sota,
hizo las veces de locatario para la foto de la vieja derecha pejotista.
Entre los asistentes a lo que De la Sota aspira, sea un pacto
superador del limitadísimo cordobesismo, se encontraron: El ex secretario
general de la CGT
mayoritaria, Hugo Moyano; el ex candidato presidencial radical, Roberto Lavagna;
y el ex candidato a gobernador de Buenos Aires, Francisco De Narváez.
Lógicamente, la foto y la reunión apuntan al montaje de una
escena que pueda publicitarse en los medios opositores, con vistas al cierre de
listas de cara a las legislativas de este año.
Ahora bien, más allá de las sonrisas y los ataques al
Gobierno Nacional y Popular, la preocupación de los pactantes debe ir en
aumento, dada la dificultad en el armado de candidaturas que superen la
testimonialidad, aún en una elección legislativa.
Saben bien los cuatro que con este principio de acuerdo no
alcanza para disputar a nivel electoral, y obviamente sus miradas se posan
sobre las posibles definiciones macristas.
Esta en marcha la conformación de otro frente de derechas, ese es el
dato certero.
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