Ayer en la legislatura porteña, el macrismo, con el apoyo de
la Coalición Cívica
y la inestimable colaboración de Julio Raffo, legislador Proyecto Sur, aprobó la
Ley Clarín – entiéndase la ley que con
modificaciones respecto del decreto sacado hace un par de semanas por el
Intendente, brinda un blindaje al multimedios y todos sus intereses en la
ciudad-.
Una ley que como ya se ha dicho, viola leyes y pactos
internacionales con rango constitucional, y que es un auténtico acto de sedición
que bien podría responderse con la intervención federal – algo que se sabe, el
Gobierno Nacional y Popular NO HARÁ-.
La apuesta de Clarín, a través de sus empleados pro es
obviamente contraponer este tipo de jugarretas para dilatar todo lo que se
pueda la aplicación de la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual si es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falla a favor de la
misma, y al mismo tiempo, poner una barrera más respecto de todo posible fallo
que perjudique sus intereses monopólicos.
También ayer, la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner,
definió cambios en el Gabinete de Ministros como lo informara por la noche el
Secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
Arturo Puricelli es el nuevo Ministro de Seguridad y su
lugar en Defensa será ocupado por Agustín Rossi, mientras que Nilda Garré pasará
a ser embajadora ante la OEA.
Los cambios se dan dentro de una lógica de continuidad que ha
caracterizado a todo el proceso político por un lado, y a su vez expresan la
idea de encumbrar a Rossi con más responsabilidades, un reconocimiento, sin
dudas, a su enorme labor como jefe del bloque del FpV en diputados.
Además ayer, la
Jefa de Estado estuvo por la tarde en un acto en Lomas de
Zamora junto al Gobernador de la
Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el intendente
local, Martín Insaurralde.
Cristina tuvo un fuerte discurso en el cual pidió que “cada nivel gubernamental se haga cargo de la
responsabilidad que tiene y ponga la cara”, y luego expresó: “Me
llama mucho la atención que siempre haya dirigentes importantes de nuestro país
‘intocados’ por los grandes medios, tal vez porque tengan intereses también.
Hay que atar cabos de por qué les pegan a unos y no a otros”.
Seguido a ello señaló: “Quiero ser sincera porque, la
verdad, estoy un poquito cansada. Pero no cansada de gobernar, no, no, no, al
contrario. De lo que estoy cansada es de que algunos se hagan los idiotas o me
tomen a mí por idiota. ¿Y saben por qué? Porque siempre he actuado de muy buena
fe”, y concluyó el concepto diciendo que “Siempre es más cómodo quedar
bien con todos y no decir nada. Imagínense a este tipo de dirigentes frente a
corporaciones como las que ya sabemos, el Fondo Monetario, la reestructuración
de la deuda, trabajando por los trabajadores o los jubilados, olvídense”.
El destinatario de
sus palabras estaba presente, y es quien, en las últimas horas había dejado
entrever que el paro docente en la provincia venía siendo fogoneado por
sectores que responden al Gobierno Nacional.
Daniel Scioli deberá
hacerse cargo de lo que le corresponde, y entender que ser parte de un proyecto
político implica defender y respaldar a su conducción.
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