“La
Argentina recupera soberanía a través del desendeudamiento”,
destacó ayer, la Presidenta
del Banco Central de la República Argentina,
Mercedes Marcó del Pont, al disertar en el Congreso Anual de AEDA que se está
llevando a cabo en la
Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
De mayo de 2003
a la fecha “se han pagado 32.000 millones de dólares a
organismos y acreedores privados, y el Banco Central mantuvo la capacidad de
maniobra para hacer política monetaria de manera eficiente”, explicó, y agregó
que “la exposición en títulos públicos del Banco Central está en línea y por
debajo de muchos otros países del mundo”, antes de afirmar que “esta política
de usar reservas para pagar deuda no ha afectado el balance del Central”.
Marcó del Pont, también respondió a las críticas de quienes
sostienen que la Argentina
se desendeuda con el resto del mundo, pero se endeuda con el Central, al
respecto señaló que “es cierto, pero es más saludable que se endeude con el
Banco Central” dado que éste ya no responde a intereses privado y externos.
En este sentido, indicó que “el pensamiento hegemónico de
los últimos 30 años de la historia más corta local dio por tierra la génesis y
la razón de existir de los bancos centrales, financiar a sus estados y sectores
públicos y orientar el crédito en función de las necesidades estratégicas”, y recalcó
que esa posibilidad “se fortaleció con la Reforma de la Carta Orgánica”.
Concluyendo y en referencia a las restricciones en la compra
de dólares, la titular del BCRA expuso que “Argentina tiene saldo comercial
positivo, y reservas de sobra, pero no puede garantizar esta formación de
activos externos (salida de capitales) y de divisas para que la economía
funcione normalmente, de ahí las restricciones a la compra de dólares”.
La política de desendeudamiento sigue siendo una clave para
recuperar soberanía tal cual dijo Marcó del Pont, y por ello, suele ser
criticada desde sectores que naturalizan falsos preceptos como ser la pretendida
supuesta independencia del BCRA para defender una ortodoxia económica
conveniente a intereses contrapuestos a nuestra construcción de un país con independencia
económica y justicia social.
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