A cuatro días de la elección presidencial, los apoderados
del frente UNA que lleva a Sergio Massa como candidato a presidente, hicieron
una presentación para que el Poder Judicial chaqueño cambie el sistema electoral en lo
que respecta al conteo de votos en blanco.
De no creer, diríamos si no hubiéramos vivido durante todo el año la denuncia de fraude opositora ante cada triunfo electoral provincial del Frente para la Victoria - algo que esperamos que vuelva a ocurrir el domingo, de hecho, desde el frente Cambiemos ya lo vienen anunciando-, pero a decir verdad, no sólo no sorprende sino que era algo previsible.
Es que, esta nueva maniobra, burda por cómo y cuándo se hizo efectiva – la presentación fue ayer- además de no sorprender, viene a fortalecer la hipótesis de la desesperación opositora frente a una probable definición el día domingo, al tiempo que muestra una vez más, que están dispuestos a llevarse puesto al sistema electoral; la democracia; y la institucionalidad, con tal de voltear este proceso político.
De hecho, es tal su afán golpista por evitar que el voto popular sea expresado, que la presentación no la hicieron en el juzgado con competencia electoral nacional a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría, quién la semana pasada ya había desestimado una presentación similar, sino que fueron a hacerla ante un juez amigo de Sergio seguramente, que tiene competencia electoral provincial en Chaco: Carlos Skidelsky.
Un disparate por donde se lo mire que apuesta a embarrar más la cancha y a enrarecer el clima en las últimas horas previas, y durante la jornada electoral.
Es evidente que Massa, así como el resto de la oposición en todas las trincheras, ya en la antesala del inicio de la veda, pretenden generar incertidumbre en la población como una herramienta que permita frenar lo que se viene percibiendo en las últimas semanas como un triunfo de Daniel Scioli el día domingo.
De no creer, diríamos si no hubiéramos vivido durante todo el año la denuncia de fraude opositora ante cada triunfo electoral provincial del Frente para la Victoria - algo que esperamos que vuelva a ocurrir el domingo, de hecho, desde el frente Cambiemos ya lo vienen anunciando-, pero a decir verdad, no sólo no sorprende sino que era algo previsible.
Es que, esta nueva maniobra, burda por cómo y cuándo se hizo efectiva – la presentación fue ayer- además de no sorprender, viene a fortalecer la hipótesis de la desesperación opositora frente a una probable definición el día domingo, al tiempo que muestra una vez más, que están dispuestos a llevarse puesto al sistema electoral; la democracia; y la institucionalidad, con tal de voltear este proceso político.
De hecho, es tal su afán golpista por evitar que el voto popular sea expresado, que la presentación no la hicieron en el juzgado con competencia electoral nacional a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría, quién la semana pasada ya había desestimado una presentación similar, sino que fueron a hacerla ante un juez amigo de Sergio seguramente, que tiene competencia electoral provincial en Chaco: Carlos Skidelsky.
Un disparate por donde se lo mire que apuesta a embarrar más la cancha y a enrarecer el clima en las últimas horas previas, y durante la jornada electoral.
Es evidente que Massa, así como el resto de la oposición en todas las trincheras, ya en la antesala del inicio de la veda, pretenden generar incertidumbre en la población como una herramienta que permita frenar lo que se viene percibiendo en las últimas semanas como un triunfo de Daniel Scioli el día domingo.
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