Continúa, este lunes o miércoles – falta la confirmación de
Pablo Moyano-, la ronda de paros injustificados.
En este caso, saldrá a escena el Sindicato de Choferes de
Camiones y Afines, a fin de realizar un paro de 24 horas, a pesar de haber
logrado un 26% de aumento en las paritarias recientemente cerradas.
La excusa, el supuesto impacto del Impuesto a las Ganancias
sobre el medio aguinaldo que están percibiendo este mes los trabajadores de una
de las ramas mejor pagas del país.
El sueldo promedio de un camionero está por encima de los
15.000 pesos, cabe recordar, y aún cuando el reclamo tuviera asidero, es clara
la ausencia de ingenuidad en las fechas escogidas para realizar una medida
extrema.
En pleno inicio de la campaña electoral, cuando los escasos
candidatos que logró colocar el moyanismo en listas opositoras necesitan del
enturbiamiento de las aguas a fin de golpear al gobierno en su intento por
acceder a alguna banca, Moyano Junior anticipa una medida que va como anillo al
dedo.
Estamos ante otro caso de la utilización de una herramienta
de los trabajadores a fin de beneficiar las aspiraciones político-
institucionales de su cúpula y sus aliados, algo que se repite.
El fin de la inocencia tuvo lugar hace bastante tiempo, los Moyano
deberían darse cuenta de ello.
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