Se cumplen hoy, 19 años del atentado en la sede de la AMIA que nos dejo 85 muertos
y centenares de heridos, y con todo el dolor del mundo, los argentinos tuvimos
que padecer un acto en el que las autoridades de la AMIA, montaron un show político
opositor.
Una vez más, pusieron por encima de la memoria; la verdad; y
la justicia por el esclarecimiento y el castigo a los responsables del crimen,
intereses espurios y ajenos.
Una vez más, debimos escuchar, ahora por la voz de Leonardo Jmelnitzky, una diatriba que
evidencia que nada les importan nuestros muertos, cuando están los intereses
del Estado de Israel de por medio.
Esta conducción vergonzosa
que tiene hoy la AMIA,
que decidió callar cuando se conoció el espionaje a familiares de victimas del
atentado por el cual el intendente de la CABA, Mauricio Macri, está procesado y va a
juicio oral, es la que, como el año pasado, ha convertido el denominado acto
central en un show que utiliza el dolor, mentiras mediante, para pegarle al único
gobierno que ha hecho lo que había que hacer en pos del total esclarecimiento
de lo ocurrido.
Dicho esto y esperanzados en la única vía por
la que aún puede avanzar la causa judicial: el Memorandum de entendimiento con la República Islámica
de Irán, hoy nos toca, como todos los 18 de julio, reflexionar sobre lo
ocurrido en 1994; llorar a nuestras victimas; y continuar bregando por conocer
toda la verdad – la de aquel día y la de los años de encubrimiento- y exigir el
castigo a todos los culpables.
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