La Presidenta
del Banco Central de la República Argentina,
Mercedes Marcó del Pont, inauguró las Jornadas Monetarias y Bancarias 2012 hoy
por la mañana, e hizo algunas reflexiones que bien vale retransmitir.
Marcó del Pont, destacó que Argentina logró “una década ganada con el impulso de políticas de desarrollo productivo con inclusión social”, que se contrasta con “lo que ya se interpreta como década perdida en los países desarrollados, ya que después de cinco años de implosión de la crisis generan las condiciones para su profundización, al insistir en viejas propuestas de ajuste fiscal”.
Lógicamente, mientras los abanderados del ajuste lloran y patalean por un modelo que ha incluido a millones de argentinos, se observa y trae terribles recuerdos, el desastre económico al cual están llevando al viejo continente.
A su vez, la titular del BCRA destacó “dos decisiones importantes para resolver el problema de la restricción externa: la regulación en la posibilidad de adquisición de dólares para atesoramiento de los argentinos, y la recuperación del manejo estratégico de su petróleo, para afrontar el desequilibrio del sector energético”; ambas medidas, centrales para continuar el modelo de desarrollo productivo del mercado interno.
Respecto de la primera y como se ha explicado hasta el hartazgo, la regulación responde a una visión que privilegia la utilización de dólares en las áreas sensibles de la economía, ello dejando de lado que el Estado Nacional no tiene obligación alguna de vender dólares.
En cuanto a la segunda, es claro el carácter estratégico del sector energético y en este sentido desde la nacionalización de YPF, hasta todas las mega obras de infraestructura energética que se han concluido y hecho a nuevas –Yacyreta y Atucha I y II como emblemáticas-, dan cuenta de una política que se viene profundizando con el objetivo del autoabastecimiento.
Marcó del Pont, destacó que Argentina logró “una década ganada con el impulso de políticas de desarrollo productivo con inclusión social”, que se contrasta con “lo que ya se interpreta como década perdida en los países desarrollados, ya que después de cinco años de implosión de la crisis generan las condiciones para su profundización, al insistir en viejas propuestas de ajuste fiscal”.
Lógicamente, mientras los abanderados del ajuste lloran y patalean por un modelo que ha incluido a millones de argentinos, se observa y trae terribles recuerdos, el desastre económico al cual están llevando al viejo continente.
A su vez, la titular del BCRA destacó “dos decisiones importantes para resolver el problema de la restricción externa: la regulación en la posibilidad de adquisición de dólares para atesoramiento de los argentinos, y la recuperación del manejo estratégico de su petróleo, para afrontar el desequilibrio del sector energético”; ambas medidas, centrales para continuar el modelo de desarrollo productivo del mercado interno.
Respecto de la primera y como se ha explicado hasta el hartazgo, la regulación responde a una visión que privilegia la utilización de dólares en las áreas sensibles de la economía, ello dejando de lado que el Estado Nacional no tiene obligación alguna de vender dólares.
En cuanto a la segunda, es claro el carácter estratégico del sector energético y en este sentido desde la nacionalización de YPF, hasta todas las mega obras de infraestructura energética que se han concluido y hecho a nuevas –Yacyreta y Atucha I y II como emblemáticas-, dan cuenta de una política que se viene profundizando con el objetivo del autoabastecimiento.
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