Los dueños de empresas mediáticas y multimedios, junto a sus
laderos editores, se dan cita en San Pablo por estas horas, en la denominada 68°
Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entidad
que se encarga de defender sus intereses corporativos en todo el continente.
Como ya sabemos, la
SIP de nefasto historial, ha venido pretendiendo imponerse
ante la opinión pública como guardián de la libertad de prensa, cuando lejísimos
de ello, lo único que defiende es la libertad de sus miembros para realizar
millonarios negocios entorno a la comunicación.
Esta impostura, la han ido amoldando con el paso de los años
a fin de contribuir a la construcción de poder que cada uno de sus miembros
posee en los países donde opera.
Desde luego, el devenir político interno de cada país
resulta central para entender como opera cada multimedios local en este y como
juega la SIP
aportando desde su pedestal autorreferencial.
Así, la forma en que operan la SIP y sus miembros varia según
si en un país la política funciona como aporte a sus intereses, o toma otros
rumbos salvaguardando los intereses de los sectores populares y generando
espacios plurales para democratizar la comunicación.
Dicho esto, no se puede esperar del encuentro en San Pablo, nada
ajeno a declaraciones que demonicen a aquellos países en los cuales la política
no se esta subordinando al deseo del mal llamado Cuarto Poder – como bien dijo alguna
vez Arturo Jauretche “Es el primero”-, y de igual forma tampoco se puede
esperar que se oigan voces disruptivas respecto de la impostura adoptada por
los organizadores.
Por el contrario, es casi una obviedad que en ese marco los oradores invitados sean personajes como el
ex presidente neoliberal peruano Alan García, o José Vivanco, director de esa ONG
titulada Human Rights Watch, armada para vanagloriar países obedientes al
mandato imperial aunque estén sumidos en la miseria y atacar los procesos políticos
transformadores.
De la misma forma, es lógico que los discursos de los dueños y laderos
editores que conforman la SIP,
apunten a reafirmar las falacias de la neutralidad y la independencia
periodística como punto de partida para una pretendida intangibilidad de sus
intereses privados, que será cuidada con todos los ataques necesarios hacia
cualquiera que pretenda avanzar hacia una pluralidad de voces.
1 comentario:
poderoso caballero es don dinero...
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