El menemismo, entre otros tantos regalos que hizo en su época
de auge a las corporaciones, le obsequió, por la irrisoria suma de 30 millones de
dólares y de manera inconstitucional, las 12 hectáreas del
predio situado en el barrio porteño de Palermo, a la Sociedad
Rural Argentina en 1991.
Eran momentos en que la maquinaria neoliberal estaba
aceitada, y mientras se entregaba el país a manos privadas, los medios
dominantes nos bombardeaban con las supuestas bonanzas del neoliberalismo.
Su conformidad en la destrucción del Estado de ayer, es
plenamente coherente con su temor a la propuesta que viene circulando por las
redes sociales de recuperar ese predio para todos los argentinos.
Una propuesta de la Unidad
Básica Pueblo Peronista, que sin duda cabe analizar
considerando que este patrimonio regalado a la oligarquía terrateniente, puede
ser de notable utilidad a la hora de afrontar, por ejemplo, el problema de la
vivienda propia que afecta a tantas familias argentinas.
Resulta indudable la ilegitimidad con la que otrora se entregaron esas 12 hectáreas, y de
igual forma resulta indudable cuan necesaria es su recuperación para darles un
uso acorde a las necesidades populares.
Desde luego, esto preocupa a oligarcas y multimedios que se
mueven en tándem para defender sus intereses comunes, intentando imponer una
visión que oculta la historia de cómo ese predio fue a parar a las manos de la Sociedad Rural.
Por ello es tan saludable visibilizarlo como apoyar una iniciativa que
viene a ser una reparación histórica para el patrimonio de todos los
argentinos.
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