En las últimas horas, estamos asistiendo a un auténtico golpe institucional en la hermana República del Paraguay que tiene como fin sacar al Presidente Fernando Lugo de sus funciones constitucionales y legítimas.
Orquestado por el vicepresidente Federico Franco, líder del Partido Liberal Radical Auténtico, y el opositor del Partido Colorado, el golpe pretende darse bajo la fachada de un juicio político por supuesto mal desempeño, y cuenta con el apoyo de la oligarquía paraguaya; la Iglesia; y los Estados Unidos.
El desencadenante utilizado para el ataque destituyente que ayer fue aprobado de manera express por casi la totalidad del parlamento paraguayo, es la brutal represión a campesinos de la región de Curuguaty ordenada por el juez local, José Benítez, que dejo un saldo de 17 muertos y hasta hace horas mantenía a 12 campesinos detenidos.
Vale recordar que ante los terribles hechos, el presidente había convocado una comisión especial investigadora que cuenta con el apoyo de la Organización de los Estados Americanos, a fin de llegar al total esclarecimiento.
Sin embargo, adelantándose y obstaculizando dicha comisión, el vicepresidente Franco logró empujar a casi la totalidad de la alianza oficialista para efectivizar un acuerdo con la oposición, y así apurar un juicio político que carece de sustento.
Ante esta situación, campesinos; obreros; y organizaciones sociales se están movilizando hacia el Congreso Paraguayo para apoyar a Lugo, quien cuenta con el mandato popular por nueve meses más, y ya ha presentado en el Poder judicial un recurso de inconstitucionalidad argumentando que no se respeta el debido proceso y se prohíbe todo tipo de defensa.
La situación es gravísima, y es evidente que el pueblo paraguayo es el único que tiene la fortaleza para frenar la avanzada golpista.
Desde luego, no se encuentra sólo porque los pueblos de Latinoamérica están dando muestras de apoyo, y los cancilleres de UNASUR se encuentran en Paraguay analizando la situación y evaluando la utilización del Protocolo contra golpes de Estado.
Desde este espacio, un servidor se suma al ¡No al golpe de Estado en Paraguay!
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