“Hay que preocuparse y ocuparse,
y el Gobierno Nacional se está ocupando”, fueron las palabras del Ministro de
Interior y Transporte, Florencio Randazzo, en declaraciones radiales hoy por la
mañana, al referirse al publicitadísimo tema de la inseguridad.
Sin caer en declaraciones para
quedar bien con ese sentido común según el cual Argentina es el Far West, pero
considerando la necesidad de responder sobre el tema de moda, Randazzo
sentenció que “la inseguridad no se afronta con discursos vacíos, ni con
marketing político, hay propuestas que muchas veces son sólo lo que la gente
quiere escuchar”, y destacó aspectos clave para lograr que baje la cantidad
de hechos ligados a esta problemática.
Entre ellos mencionó: “Las
políticas de inclusión; las fuerzas de seguridad que hay que represtigiar; el
funcionamiento de la justicia y un servicio penitenciario que resocialice a
quienes han cometido un delito”.
Sin eufemismos y sin vender humo,
el Ministro dio precisiones que van a contramano de la lógica según la cual la
seguridad se garantiza con las calles inundadas de uniformados sin importar la
degradación actual de las policías o con el boom del panóptico faulcaultiano – el
slogan “Cámaras para todos” le sienta de maravilla-.
Hizo foco en problemas de
fondo que van, desde continuar generando más políticas de inclusión, hasta
avanzar en una deuda histórica del país: La necesidad de repensar y reorganizar
el servicio penitenciario a fin que cumplimente su rol fundamental; el de la
resocialización de los internos.
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