Continúan cerrando paritarias clave, que hacen a la
recomposición salarial, algo imprescindible tras los aumentos de precios en
febrero y marzo.
La semana pasada se conocieron los cierres de dos
fundamentales, que mejoran el poder adquisitivo de dos de los sectores que
nuclean más trabajadores: La UOCRA, que representa a los trabajadores de la
construcción cerró en un 29%, mientras la UOM de los metalúrgicos, lo hizo en
un 27,25%.
Estos dos cierres, se suman al de los docentes, con un 29% a
nivel nacional que se traduce en un piso salarial de $4.400 pesos, y van
consolidando un escenario de normalidad en lo que a la negociación salarial
hace.
Normalidad, porque pese a las movidas opositoras que
incluyen el intento de paro previsto para el jueves, las paritarias continúan
su curso, y son los grandes gremios, los que marcan el ritmo con su capacidad
de negociación.
En este sentido, otros tres gremios de los más
representativos, tienen sus negociaciones muy avanzadas y se espera, acuerden en
estos días: Comercio; Bancarios; y UPCN.
Desde luego, el doble efecto lógico de este desarrollo de
las paritarias libres que viene traduciéndose en aumentos salariales que
contemplan los números macroeconómicos es: Por un lado, el quitar del camino
las dudas que sectores opositores pretendían instalar sobre esa normalidad que
es producto de una definición política que viene sosteniendo este gobierno
desde hace 10 años, y por otro, la evidencia sobre el carácter desestabilizador
y ajeno a la discusión salarial, que ostenta el paro convocado por referentes
gremiales opositores que, cabe recalcar, en el mejor de los casos, ensayan
representar una porción pequeña de los trabajadores.
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