Se cumplen 31 años de la guerra absurda a la que nos arrastró
la dictadura genocida cívico- militar.
31 años de aquellos días en los que Leopoldo Fortunato
Galtieri y su séquito de criminales, intentaron perpetuarse y perpetuar sus políticas
neoliberales mediante un conflicto bélico irracional y terriblemente doloroso.
31 años de esas nefastas celebraciones del delirio armado
que hizo un sector exitista de una sociedad devastada por el genocidio.
31 años de la tan obvia como vergonzosa participación de los
medios de comunicación masivos, quienes se encargaron de fomentar el exitismo a
base de mentiras y ocultamientos sobre lo que ocurría en el frente de batalla.
31 años de esas jornadas en las que se obligó a miles de nuestros
chicos a vestir de soldados para llevarlos al Atlántico Sur a sufrir por
hambre; frío; abusos; torturas; y muerte.
31 años de esos momentos en que los chicos se transformaron
en los héroes que las posteriores primeras dos décadas de la democracia
ninguneó y ocultó.
31 años de la
Guerra de Malvinas, un episodio nefasto que requiere de
memoria; verdad; y justicia.
Por nuestros muertos y sobrevivientes, a quienes debemos respeto
y admiración, y por el derecho y la legitimidad que nos asisten en el reclamo
por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
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