Ayer a la tarde y por cadena nacional, la Presidenta de todos los
argentinos, Cristina Fernández de Kirchner, anunció la convocatoria a sesiones
extraordinarias del Congreso de la
Nación a fin de que se de tratamiento legislativo al “Memorandúm
de entendimiento” entre nuestro país y la República Islámica
de Irán.
Cristina explicó que el documento firmado por ambos países es “un paso adelante para destrabar la causa (AMIA) que hace 19 años está paralizada, y más que paralizada, ha ido para atrás”, ya que contiene un compromiso mutuo por el cual se acuerda que jueces argentinos interroguen en Teherán a las personas que están sospechadas de haber cometido el atentado.
“No es ninguna renuncia de soberanía”, afirmó y detalló que “no hay ninguna razón vinculante; hay una opinión de cinco juristas prestigiosos internacionales que integrarán la Comisión de la Verdad, que tomarán todos los elementos para dilucidar la verdad, para aconsejar a los países y para garantizar el debido proceso, sin que ninguna de las partes renuncie a la legislación aplicable de su país”.
Es una cuestión “de pura lógica el hecho de que si todos los acusados son iraníes, se negocie con Irán la búsqueda de la verdad y la justicia”, agregó, para luego dar por tierra con las versiones opositoras malintencionadas que pretenden ligar el acuerdo a cuestiones económicas al señalar que “nunca se detuvo el comercio” entre ambos países.
Finalizando sus palabras, la Presidenta aseveró: “Tomar una decisión de esta naturaleza excede, a mi criterio, las facultades que esta Presidenta tiene, más allá que se las asigna la Constitución Nacional para casos de Relaciones Exteriores, por eso quiso que este memorando de entendimiento tuviera el nivel de acuerdo y fuera entregado para su control y aceptación o no al Parlamento Argentino. Creemos que es obligación por parte de todos quienes tienen representación federal y popular, emitir su opinión sobre esta cuestión, que no solamente hace al atentado perpetrado contra la Argentina, sino que también hace a as profundas convicciones que tenemos todos los argentinos en la lucha contra el terrorismo internacional y la lucha por la memoria, la verdad, la justicia, los derechos humanos y la paz”.
Indudablemente y como lo expresa Cristina, el tema, por su trascendencia, amerita opiniones de todas las fuerzas con representación parlamentaria.
De igual forma - y no me estoy adelantando porque ya empezamos a observar las operaciones diarias clásicas, hoy basadas en lo anunciado ayer por la Jefa de Estado-, sería deseable que las opiniones de opositores parlamentarios se hicieran a conciencia, y con respeto y apego al contenido del “Memorandúm de entendimiento”.
Porque la utilización de la causa AMIA para generar un circo demonizador de Irán e intentar entrometer asuntos geopolíticos, no es una novedad.
No pretendo extenderme en ello, pues cada vez que la causa AMIA aparece en la opinión publicada opositora se puede observar los planteos políticos para los cuales se utiliza.
Cristina explicó que el documento firmado por ambos países es “un paso adelante para destrabar la causa (AMIA) que hace 19 años está paralizada, y más que paralizada, ha ido para atrás”, ya que contiene un compromiso mutuo por el cual se acuerda que jueces argentinos interroguen en Teherán a las personas que están sospechadas de haber cometido el atentado.
“No es ninguna renuncia de soberanía”, afirmó y detalló que “no hay ninguna razón vinculante; hay una opinión de cinco juristas prestigiosos internacionales que integrarán la Comisión de la Verdad, que tomarán todos los elementos para dilucidar la verdad, para aconsejar a los países y para garantizar el debido proceso, sin que ninguna de las partes renuncie a la legislación aplicable de su país”.
Es una cuestión “de pura lógica el hecho de que si todos los acusados son iraníes, se negocie con Irán la búsqueda de la verdad y la justicia”, agregó, para luego dar por tierra con las versiones opositoras malintencionadas que pretenden ligar el acuerdo a cuestiones económicas al señalar que “nunca se detuvo el comercio” entre ambos países.
Finalizando sus palabras, la Presidenta aseveró: “Tomar una decisión de esta naturaleza excede, a mi criterio, las facultades que esta Presidenta tiene, más allá que se las asigna la Constitución Nacional para casos de Relaciones Exteriores, por eso quiso que este memorando de entendimiento tuviera el nivel de acuerdo y fuera entregado para su control y aceptación o no al Parlamento Argentino. Creemos que es obligación por parte de todos quienes tienen representación federal y popular, emitir su opinión sobre esta cuestión, que no solamente hace al atentado perpetrado contra la Argentina, sino que también hace a as profundas convicciones que tenemos todos los argentinos en la lucha contra el terrorismo internacional y la lucha por la memoria, la verdad, la justicia, los derechos humanos y la paz”.
Indudablemente y como lo expresa Cristina, el tema, por su trascendencia, amerita opiniones de todas las fuerzas con representación parlamentaria.
De igual forma - y no me estoy adelantando porque ya empezamos a observar las operaciones diarias clásicas, hoy basadas en lo anunciado ayer por la Jefa de Estado-, sería deseable que las opiniones de opositores parlamentarios se hicieran a conciencia, y con respeto y apego al contenido del “Memorandúm de entendimiento”.
Porque la utilización de la causa AMIA para generar un circo demonizador de Irán e intentar entrometer asuntos geopolíticos, no es una novedad.
No pretendo extenderme en ello, pues cada vez que la causa AMIA aparece en la opinión publicada opositora se puede observar los planteos políticos para los cuales se utiliza.
El documento firmado en conjunto con Irán es una
herramienta, que como bien dijo Cristina, permitirá avanzar en la búsqueda de
la verdad y la justicia.
Esperemos, la oposición parlamentaria pueda comprenderlo de esta forma y
no haga lugar a especulaciones que nada tienen que ver con esta búsqueda de
todos los argentinos.
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2 comentarios:
El discurso por cadena nacional de la Presidenta fue sencillo, claro y contó con un excelente y breve racconto de lo manifestado ante la Asamblea de la ONU en los últimos 10 años. Es indiscutible que los únicos gobiernos que han ejecutado acciones tendientes a la aclaración del luctuoso ataque son los que actuaron a partir de 2003, con el handicap del tiempo transcurrido y de todas las patrañas interesadas que empiojaron la falsa investigación.
Ahora resulta que es este gobierno el que recibe el "estremecimiento" del presidente de la AMIA. De las manifestaciones de los deudos y familiares de las víctimas, el "estremecido" no dice palabra.
Hoy por la mañana, en el programa de Luisa Valmaggia y Jorge Halperín por radio América, contactaron telefonicamente a Daniel Sabsay y a Ricardo Gil Lavedra. Ambos, con toda su pompa y circunstancia, no vaya a ser cosa, criticaron el mensaje de la Presidenta y el acuerdo con Irán. El último inclusive minimizó el valor de la intervención del Congreso en el tema ya "que el oficialismo tiene mayoría". O sea, ME CAGO EN LA DEMOCRACIA.
Hablando de otro tema, a Gil también le pidieron su opinión sobre el tema de las antenas de TDT en Córdoba. En términos ambiguos, dejó el tema para que lo resuelva el juez respectivo, sin opinión alguna sobre la pérdida de miles de cordobeses del derecho a ver televisión SIN PAGAR.
Esos dos paspados son representantes de los que se oponen a nuestro Gobierno.
Saludos
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