Borger no quiere que avance la causa AMIA.

Es ley, el Memorándum de Entendimiento con Irán, tras una extensa sesión en la Cámara de Diputados que tuvo mucho de show opositor para los medios opositores, y poco de debate entorno al texto específico.

Es ley y de esta manera, de cumplirse los puntos especificados, el proceso judicial por el atentado a la sede de la AMIA ocurrido en 1994 podrá salir del estancamiento en el que se encuentra desde 2007 dada la imposibilidad de indagar a los imputados.

Habrá que esperar para saber si en efecto, los cinco imputados prestarán declaración, eso siempre y cuando las autoridades de la AMIA no logren frenar el avance en la investigación con la presentación que han anunciado, harán, ante la CSJN.

Sí, así de increíble suena, pero es real dado que Guillermo Borger, titular de la entidad, manifestó hoy que intentarán frenar la aplicación del acuerdo por vía judicial, y puso como excusa que el mismo lleva “a la nulidad de la causa”.

Borger miente inventando facultades que la comisión que fija el acuerdo no posee, pues se especifican sus atribuciones y que no es vinculante, y fantasea con la nulidad de la causa, algo imposible dado que todos los procedimientos se ajustan a derecho.

Pero Borger no miente ingenuamente sino que lo hace a conciencia porque responde a intereses geopolíticos totalmente ajenos a la Argentina, y fundamentalmente a la búsqueda de la verdad y la justicia en la causa.

Con tal de favorecer esos intereses, es capaz de hacer todo lo que este a su alcance, incluyendo frenar un posible avance de la causa con presentaciones judiciales que permitan dilatar la puesta en vigencia del acuerdo firmado con Irán.

Borger deja así en claro que su objetivo nunca fue la verdad; la memoria; y la justicia, para los 85 muertos y los más de 600 heridos.