Tenía pensado escribir unas líneas sobre la importancia en la
declaración de utilidad pública del predio que el menemismo le regalo a la Sociedad Rural Argentina, anunciada
ayer por el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y su significado en términos
de la recuperación del patrimonio del Estado, pero urge intentar reflexionar sobre
los hechos que vienen ocurriendo en algunas localidades del país en las últimas
horas.
Como es de publico y notorio, inició ayer a la mañana en Bariloche,
y prosiguió por la tarde en Rosario y Campana, una serie de robos masivos organizados
a supermercados.
Afirmo robos masivos organizados y no saqueos, porque los
saqueos cuentan con una espontaneidad propia cimentada a base de políticas de miseria
y hambre que llevan a situaciones angustiantes; desesperantes, bastante
alejadas de la realidad actual.
Los saqueos son la cara más visible de un
estallido social propio de situaciones de expulsión económica de la sociedad, y
desde ya no cuentan con los grados de organización características del
entramado político- social clientelar.
No hay que ser un gran observador para darse cuenta que la
situación socioeconómica actual dista bastante de momentos en los cuales hubo
saqueos en el país - a pesar de la crisis internacional que influyó en cuanto a
las dificultades para crecer este año, el desarrollo del mercado interno
continúa y eso se ve reflejado en los buenos números en cuanto al consumo-, y
que en estos hechos, los elementos sustraídos de los supermercados han sido
fundamentalmente electrodomésticos – el que tiene hambre saquea comida, casi
una obviedad-.
Por otra parte, que ocurran estos hechos justo un 20 de diciembre
y justo tras fracasados intentos opositores por mostrar un poder de movilización
que no tienen, es cuanto menos llamativo por no decir sospechoso,
fundamentalmente para quienes sabemos que las casualidades no existen en la política.
Más allá de ello, lo que vienen a confirmar estos sucesos es
la permanencia de organizaciones de la vieja política con capacidad de acción y
con potencialidad para atacar la paz social.
Y si este entramado cuasi mafioso subsiste, tiene que ver
con que ciertas estructuras clientelares se mantienen en los estratos sociales más
bajos producto de sus relaciones con la delincuencia y el narcotráfico, pero
también producto de necesidades que no están satisfechas.
Si las estructuras clientelares subsisten, es porque hay
sectores que no están incluidos en la economía formal y el desarrollo que se ha
venido realizando del 2003 a
la fecha.
Allí es donde hay que atacar esta problemática, profundizando el proyecto
con políticas que lleguen a estos sectores y den respuesta a sus necesidades.
1 comentario:
Todavía hay muchos que aún critican que la Presidenta haya "dejado alejar" al camionero. Aunque el líder del mínimo no imponible es claramente un extorsionador, es decir, que tiene CAPACIDAD DE DAÑO, apoyo totalmente a Cristina por su actitud de no mover un dedo para congraciarse con ese empresario próspero disfrazado de trabajador.
Tener conexión con relación a estos saqueos pre-fabricados del pueblo hambreado que se afana LEDs y LCDs de 32 y 40 pulgadas con 2 zócalos USB y 4 conectores HDMI, precisamente cuando se cumplen 11 años de un episodio horrible de nuestra historia, es superar al "extorsionador" y convertirse directamente en un HIJO DE MIL PUTAS. Murieron casi 40 argentinos que sí estaban hambreados y dieron su vida por un país mejor.
Nosotros nos hacemos problemas éticos por el tema y a éste miserable le importa un soberano carajo.
Ni el tiro del final le va a salir.
Saludos
Tilo, 71 años
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