La actualización impositiva en zonas rurales que impulsa el Frente para la Victoria en Provincia de Buenos Aires y que ya cuenta con la media sanción de los senadores bonaerenses, continuará siendo una cuenta pendiente tras la falta de quórum que impidió su tratamiento ayer en la cámara baja provincial.
Parecía estar todo acordado a principios de semana, para que el tratamiento del proyecto que apunta a normalizar un impuesto casi inexistente hacia el sector más rico del país, se efectuara sin mayores contratiempos.
Sin embargo y ante la presión realizada por los estancieros, la Unión Cívica Radical y el Frente Amplio progresista, se echaron atrás y definieron no dar quórum a la sesión en diputados que debió llevarse adelante el miércoles.
Ante esta situación, cabe recalcar una vez más, cómo la oligarquía terrateniente es capaz de manejarle la agenda a ambos espacios, aún siendo estos concientes del verdadero disparate que representa hoy en día el impuesto que deben pagar.
En la zona rural más productiva del país como es la pampa húmeda, y en ella la Provincia de Buenos Aires, la hectárea paga un valor promedio de $ 30,00 desde hace 15 años; en efecto un monto vergonzoso, considerando cuanto se han valorizado los campos y los millones y millones de dólares que permiten ganar a sus dueños con la producción de materias primas.
Huelga la aprobación de la reforma impositiva que encamina a sacar un privilegio injusto e innecesario del sector que más plata a ganado en los últimos 8 años, y que permitiría aumentar los fondos del Estado provincial.
Huelga pero nuevamente, tuvimos que asistir al lastimoso accionar de espacios permeables al lobby corporativo que aún así, pretenden dar clases de progresismo.
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